El Parlamento israelí adoptó este jueves un proyecto de ley que define Israel como “el Estado nación del pueblo judío”, en el que se enmendó un polémico artículo que preveía reservar nuevas localidades para los judíos.
El texto adoptado por 62 votos a favor y 55 en contra estipula, entre otras cosas, que el hebreo se convierte en la única lengua oficial de Israel, un estatuto que compartía anteriormente con el árabe, y afirma que “los asentamientos judíos (en Israel) son de interés nacional”.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, celebró esa votación. “Es un momento decisivo en la historia del Estado de Israel que inscribe en el mármol nuestra lengua, nuestro himno y nuestra bandera”, proclamó tras el voto. El texto enmendado afirma que “el Estado considera que el desarrollo de las implantaciones judías es de interés nacional, y que el Estado tomarán medidas para alentar, hacer avanzar y ser dicho interés”.
En la anterior versión, el proyecto de ley mencionaba la posibilidad de crear localidades reservadas para los judíos, lo cual excluía a los ciudadanos árabes israelíes, que representan el 17,5% de la población del país.
El anuncio de esa disposición suscitó una ola de críticas como las del presidente Reuven Rivlin, el fiscal general Avishai Mandelblit y la Unión Europea, debido a su carácter discriminatorio. La nueva formulación, más vaga, fue denunciada por la oposición.
El diputado árabe Ayman Odeh enarboló durante el debate una bandera negra en la tribuna para dar testimonio de “la muerte” de la democracia israelí. El texto aprobado entre en la categoría de las leyes fundamentales que hacen de Constitución en Israel. Desde la creación de Israel en 1948, no se había votado ninguna ley sobre las lenguas oficiales.
El hebreo y el árabe se consideraban hasta el momento como lenguas casi oficiales, utilizadas en todos los documentos estatales.