El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, aseguró que las huelgas generales “no contribuyen a nada” y “no suman”, en el mismo día en que el país afronta un paro convocado por la principal central sindical contra la política económica de su Gobierno.
Yo no veo que haya habido un gobierno en décadas con tanta preocupación por el empleo, por el trabajador, por generar nuevas oportunidades, por fortalecer los empleos que tenemos y crear nuevos, afirmó el mandatario en una entrevista con el medio digital El Eco Multimedios de la localidad bonaerense de Tandil.
Durante una visita oficial a esa ciudad junto a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, Macri hizo hincapié en que, en el último año, se generaron más de 600.000 puestos de trabajo en el país, lo que, a su juicio, no coincide con los reclamos que llevaron a la Confederación General del Trabajo (CGT) a convocar un paro de 24 horas para este lunes.
No contribuyen a nada, no suman, aseguró en referencia a la función de las huelgas generales y agregó que lo que hay que hacer es que empresarios, políticos y trabajadores dialoguen. El presidente remarcó que Argentina viene creciendo, aunque admitió que recientemente ha tenido que enfrentar un problema porque cambiaron las condiciones del mundo y nos agarró la sequía.
Hizo referencia así a la fuerte devaluación que sufrió el peso respecto al dólar en los últimos meses y que llevaron al Gobierno a solicitar un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) que se concretó hace pocos días por el valor de US$50.000 millones. Vamos a volver a retomar el camino del crecimiento y la forma de fortalecerlo es que nos sentemos todos alrededor de la mesa y digamos cada uno qué es lo que tiene que hacer, aseguró Macri.
Argentina amaneció el lunes con calles desiertas, cortes de carreteras en los accesos a las principales ciudades, especialmente Buenos Aires, y sin transporte público, un paro al que se han sumado también sectores como el de la recolección de residuos, estaciones de servicio y centros educativos públicos, entre otros. También adhirieron los trabajadores aeronáuticos, lo que dejó un total de 594 vuelos cancelados y afectó a unos 71.000 pasajeros.