Un hombre que apaleó a seis pingüinos pequeños hasta la muerte fue sentenciado a 49 horas de servicios comunitarios por un tribunal australiano este lunes, lo que despertó la ira de los ecologistas.
Joshua Jeffrey estaba acusado de crueldad agravada contra los animales después de que aporreara a las aves con un palo, estando borracho, en una playa junto a otras dos personas en Sulphur Creek, en el estado de Tasmania, en 2016.
La jueza Tamara Jago dijo que se trataba de un acto cruel contra pingüinos vulnerables y afirmó que Jeffrey, de 20 años, no había mostrado remordimientos, según informó el diario Hobart Mercury desde la corte de Burnie. El periódico explicó que Jago tuvo en cuenta la capacidad intelectual limitada de Jeffrey al sentenciarle a realizar trabajos comunitarios y ordenó que pagara los costes de 82 dólares australianos (61 dólares estadounidenses), una sentencia que la asociación Birdlife Tasmania criticó por ser cualquier cosa menos disuasoria.
El abogado de Jeffrey le había indicado previamente al tribunal que su cliente padecía problemas mentales desde la infancia, según la cadena ABC. Esto no impedirá que haya otra persona que vaya y haga exactamente lo mismo en algún momento en el futuro, afirmó el director de Birdlife Tasmania, Eric Woehler, un reputado experto en aves marinas.
La sentencia otorga un valor mínimo a la preciosa vida salvaje de Tasmania. Esto sienta un precedente inadecuado para futuros ataques contra la vida salvaje. Los pingüinos pequeños pueden vivir hasta 24 años y solo se encuentran en Australia y en Nueva Zelanda. Alrededor de la mitad de la población global de estos animales vive en Tasmania.