El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este miércoles un acuerdo a favor de Argentina en el marco de un Acuerdo Stand-by de tres años por USD 50.000 millones (equivalente a DEG 35.379 millones, o alrededor de 1.110% de la cuota de Argentina en el FMI).
La decisión del Directorio permite a las autoridades realizar una compra inmediata de USD 15.000 millones (equivalentes a DEG 10.614 millones, o 333% de la cuota de Argentina). La mitad de ese monto (USD 7.500 millones) se destinará al respaldo presupuestario. El monto restante del respaldo financiero del FMI (USD 35.000 millones) estará disponible a lo largo de la duración del acuerdo, supeditado a exámenes trimestrales a cargo del Directorio Ejecutivo. Las autoridades han anunciado la intención de girar contra el primer tramo del acuerdo, pero posteriormente tratarán el resto del acuerdo con carácter precautorio.
El plan económico de las autoridades argentinas respaldado por el Acuerdo Stand-By busca reforzar la economía del país restableciendo la confianza del mercado mediante un programa macroeconómico coherente que reduce las necesidades de financiamiento, encauza la deuda pública argentina por una trayectoria descendente firme y afianza el plan de reducción de la inflación mediante metas de inflación más realistas y el fortalecimiento de la independencia del banco central. Cabe destacar que el plan incluye medidas para proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad manteniendo el gasto social y, en caso de que las condiciones sociales desmejoraran, abriendo margen para incrementar el gasto en la red de protección social argentina.
Al término de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo sobre el plan económico de Argentina, Christine Lagarde, Directora Gerente y Presidenta del Directorio Ejecutivo, realizó la siguiente declaración:
“Durante los últimos dos años y medio, Argentina ha estado dedicada a una transformación sistémica de la economía nacional, a través de profundos cambios en los mercados de divisas, los subsidios y la tributación, así como la mejora de las estadísticas oficiales. Sin embargo, un cambio reciente en la actitud de los mercados y una funesta confluencia de factores han sometido la balanza de pagos de Argentina a presiones significativas. En medio de estas circunstancias difíciles, el Gobierno solicitó el respaldo del FMI para llevar a la práctica sus propios planes de política.
Las políticas que pretenden aplicar las autoridades buscan abordar vulnerabilidades de larga data, lograr que la deuda siga siendo sostenible, recortar la inflación y promover el crecimiento y la creación de empleo, reduciendo al mismo tiempo la pobreza.
En vista de los profundos déficits fiscales de los últimos años, el programa económico del Gobierno está anclado en el objetivo de lograr un equilibrio primario del gobierno federal para 2020. Esto será clave para restablecer la confianza de los mercados. La mejora del proceso presupuestario y la fijación de esta ancla a mediano plazo para la política fiscal y para las expectativas contribuirán a afianzar estos avances.
Las autoridades también buscan restablecer la credibilidad del marco de metas de inflación, entre otras cosas afianzando la independencia del banco central y poniendo fin al financiamiento directo e indirecto del gobierno por parte del banco central. Se prevé que estos esfuerzos reducirán la inflación a niveles de un solo dígito para fines de 2021.
Las autoridades están comprometidas a mantener un tipo de cambio flotante, determinado por el mercado. Su intención es limitar la intervención cambiaria a períodos de significativa volatilidad y disfunción de los mercados, y reconstituir las reservas amortiguadoras.
El programa pone un considerable énfasis en las tareas de mantener la cohesión social, promover la igualdad de género y proteger a los segmentos más vulnerables de la sociedad. Las autoridades, al nivel más alto, están firmemente comprometidas con estos principios. La población más vulnerable recibirá asistencia a través de programas de respaldo público debidamente concebidos que recibirán prioridad dentro de las metas del programa. El Gobierno también ha priorizado la igualdad de género a fin de cristalizar el potencial y los beneficios de la participación plena y en pie de igualdad de la mujer argentina en la economía.
El Gobierno argentino ha demostrado su firme identificación con el programa, elaborado a la medida de la situación que enfrenta el pueblo argentino. Existen riesgos evidentes en torno al programa, pero la implementación decidida de los planes de política le permitirá al país aprovechar de lleno su potencial económico y lograr que todos los argentinos gocen de la prosperidad nacional en el futuro”.