La compañía brasileña Odebrecht, envuelta en un escándalo de corrupción de dimensión internacional, acordó pagar 7 millones de reales (unos 1,8 millones de dólares) a las autoridades de Sao Paulo por fraudes en obras de la capital paulista.
El acuerdo cerrado con el Ministerio Público de Sao Paulo pasa a integrar el ya firmado por Odebrecht en diciembre de 2016 con el Ministerio Público Federal de Brasil en el que se comprometió a pagar unos 3.000 millones de reales (unos 800 millones de dólares) por los desvíos ilícitos en la petrolera estatal Petrobras.
La constructora asumió haber participado de un cartel formado por empresas para vencer en las licitaciones de varias obras viarias en Sao Paulo, como el que ya integró en Petrobras en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
De acuerdo con la Fiscalía, además de resarcir los cofres públicos de Sao Paulo, la compañía se comprometió a colaborar para la obtención de pruebas contra otras constructoras envueltas en los actos ilícitos. Los contratos conseguidos de manera fraudulenta fueron firmados entre 2008 y 2011, bajo la gestión del exalcalde de Sao paulo y hoy ministro de Ciencia y Tecnología, Gilberto Kassab.
Según el fiscal Silvio Marques, el cartel defraudó licitaciones en Sao Paulo por valor de 4.000 millones de reales (unos 1.070 millones de dólares) . Odebrecht dijo en una nota que este tipo de acuerdos son un “instrumento útil e importante no solo para las empresas, sino tambiénpara la sociedad, pues permite elucidar desvíos, responsabilizar a los culpados, resarcir los daños y enseñar el camino de la ética”.
Odebrecht protagonizó, junto con otras 15 constructoras brasileñas, el mayor escándalo de corrupción en la historia del país al participar de una red que desvió, por medio de licitaciones fraudulentas y contratos inflados, millonarios fondos de Petrobras.
La corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, cuyas autoridades investigan el pago de sobornos a sus políticos de parte de la constructora.
La compañía ha cerrado acuerdos de colaboración con la Justicia en Brasil, Estados Unidos, Suiza, República Dominicana, Panamá, Guatemala y Ecuador en los que, además de pagar millonarias multas, reconoció haber cometido irregularidades y se comprometió a no repetirlas.