El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, renovó su gabinete de gobierno, nombrando vicepresidenta a Delcy Rodríguez, una de sus más cercanas aliadas, en sustitución de Tareck El Aissami.
”Su primera tarea: el diálogo nacional (...). Acá tienen una vicepresidenta para el diálogo, la reconciliación, el entendimiento”, dijo Maduro al juramentar a Rodríguez en cadena de radio y televisión, refiriéndose a llamados a negociaciones con la oposición tras su cuestionada reelección el pasado 20 de mayo.
Paradójicamente, en su ascenso a posiciones de confianza del Mandatario, la beligerancia ha caracterizado a esta abogada de 49 años, hija de un dirigente comunista asesinado en 1976 en un calabozo policial y hermana del influyente líder chavista Jorge Rodríguez. Fue ministra de Comunicación entre 2013 y 2014 y canciller entre 2014 y 2017, etapa de fuertes tensiones con Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Maduro le felicitó entonces por defender como una tigra la 'Revolución Bolivariana'. Ahora, la llamó a la defensa de Venezuela a nivel internacional ante las sanciones financieras impuestas por Washington contra el país y su petrolera PDVSA. Maduro también le encargó coordinar y apoyar mejoras en los servicios públicos, cuando los venezolanos sufren constantes cortes de agua y electricidad. Rodríguez se retira de la presidencia de la oficialista Asamblea Constituyente que rige el país con plenos poderes desde agosto de 2017. Su sucesor será elegido el martes en sesión de sus miembros.
Tengo nostalgia anticipada porque sé que los voy a extrañar, pero tengo la certeza que ustedes continuarán el camino, dijo al despedirse de la todopoderosa asamblea. Rodríguez también preside el movimiento Somos Venezuela, creado por Maduro para impulsar su candidatura a la reelección en los comicios del pasado 20 de mayo, junto con el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del fallecido expresidente Hugo Chávez.
El Aissami, otro fiel aliado de Maduro que era su vicepresidente desde enero de 2017, pasará a ser vicepresidente de Economía y llevará las riendas del recién creado ministerio de Industrias y Producción Nacional. ”Le he dado la orden (...) de hacer una reestructuración a fondo de todas las empresas que tiene el Estado, expresó el presidente al juramentarlo en lo que definió como una renovación parcial, necesaria y profunda del gabinete.
Venezuela está sumida en una grave crisis económica, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que podría superar 13.800% este año según el FMI. El Aissami, quien denuncia constantemente que Venezuela es víctima de un bloqueo económico de Estados Unidos, ha encabezado negociaciones con acreedores del país, declarado en default parcial, al igual que PDVSA. Maduro prometió que sus cambios buscan una revolución económica por bienestar y prosperidad”.
Entre las modificaciones también destaca la designación de Marleny Contreras como ministra de Obras Públicas. Es la esposa del número dos del PSUV, Diosdado Cabello, y llevaba las riendas de la cartera de Turismo, asumida por Stella Lugo. Maduro creó además el Ministerio de Atención de las Aguas, dirigido por Evelyn Vásquez; y nombró a Dante Rivas como ministro de Pesca y Acuicultura, a Yomana Koteich como ministra de Comercio Exterior e Inversión Internacional y a Mayerlin Arias como ministra de Agricultura Urbana.
Hipólito Abreu toma el ministerio de Transporte -un sector colapsado por el alto costo de los repuestos, también escasos-; Caryl Bertho el de la Mujer y Heryck Rangel el de Ecosocialismo. Tras las cuestionadas elecciones presidenciales, boicoteadas por la oposición y desconocidas por Estados Unidos y varios países de América Latina y Europa, Maduro gobernará hasta 2025.