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Huelga de camioneros en Brasil reforzó aspiración presidencial de populista de derecha

Sábado, 2 de junio de 2018 - 08:54 UTC
Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército devenido congresista con fuerte discurso anticorrupción, elogió a los camioneros por “mostrar la corrupción” del poder Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército devenido congresista con fuerte discurso anticorrupción, elogió a los camioneros por “mostrar la corrupción” del poder
A pesar de los trastornos de la huelga, los camioneros tuvieron el apoyo de muchos brasileños irritados con el sistema político. Una encuesta reveló un apoyo del 87% A pesar de los trastornos de la huelga, los camioneros tuvieron el apoyo de muchos brasileños irritados con el sistema político. Una encuesta reveló un apoyo del 87%
Candidatos de centro como el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles no apoyaron a los camioneros cuando bloquearon carreteras Candidatos de centro como el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles no apoyaron a los camioneros cuando bloquearon carreteras

El candidato de extrema derecha a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, se desvivió por dar su respaldo a una huelga de camioneros que paralizó al país y forzó al gobierno a restablecer costosos subsidios al combustible, y la estrategia podría fortalecer sus opciones en los comicios de octubre.

La magnitud de la huelga de puso en problemas al impopular gobierno de Michel Temer, que fue presionado para ceder a las demandas de los camioneros mientras los aeropuertos se quedaban sin combustible, los alimentos escaseaban en los comercios, y la gente esperaba horas para cargar gasolina en sus autos.

A pesar de estos trastornos, los camioneros obtuvieron el apoyo de muchos brasileños irritados con el aumento del diesel desde que Petrobras eliminó los subsidios durante la presidencia de Temer. Una encuesta reveló el miércoles que el 87% de los brasileños apoyaba la huelga.

Candidatos de centro como el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin y el oficialista Henrique Meirelles no apoyaron a los camioneros cuando bloquearon las principales carreteras de Brasil. Todavía no hay sondeos de opinión que muestren si eso afectó a los políticos, que apoyan ajustes fiscales impopulares entre los votantes pero bien vistos por los mercados.

Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército de 63 años devenido congresista con un fuerte discurso anticorrupción, elogió a los camioneros en las redes sociales por “mostrar la corrupción” del poder y combatir los impuestos “extorsivos” aplicados por el gobierno de Temer, “incapaz de dialogar”.

En una encuesta de mayo Bolsonaro tenía un apoyo de menos del 20%, lo que lo dejaba liderando las encuestas que excluyen al encarcelado ex presidente Lula da Silva, que recibió un 32% en un sondeo aún cuando no puede competir encarcelado por una condena por corrupción.

El fuerte apoyo a Bolsonaro ha alarmado a políticos moderados y desconcierta a algunos inversores. Pero con Brasil tardando en recuperarse de su recesión económica más dolorosa en décadas, muchos votantes creen que el gobierno de Temer ha ignorado los problemas de la gente común.

Esto ha llevado a analistas y políticos a decir que las elecciones de este año pueden reducirse a escoger entre extrema izquierda y extrema derecha. Durante la huelga, muchos camioneros desplegaron carteles de apoyo a Bolsonaro.

La protesta, que terminó esta semana después de que Temer restableció los subsidios, demostró la impopularidad de los esfuerzos del presidente por liberalizar la mayor economía de América Latina.

Muchos brasileños, cansados de los crímenes violentos -Brasil registra unas 60.000 muertes vinculadas a armas cada año- y la corrupción en los grandes partidos políticos, han sido atraídos por la retórica de línea dura de Bolsonaro.

Por ejemplo, el candidato dijo que nombraría a cinco generales en su gabinete y daría a la policía “carta blanca” para matar a los delincuentes que les disparen.

Bolsonaro tiene un ideario nacionalista de desarrollo económico parecido al que implementó la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985, y se ha opuesto a la privatización de compañías estatales.

Pero como símbolo de apertura a la comunidad financiera, eligió al ejecutivo de banca de inversión Paulo Guedes como asesor económico, un paladín del libre mercado que podría salir a vender desde Petrobras hasta bancos y el correo.

Categorías: Energía, Política, Brasil.