Martín Vizcarra juró este viernes como nuevo presidente del Perú y, en su primer mensaje, prometió una lucha frontal contra la corrupción para sacar al país de la crisis política que explotó con la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski al quedar acorralado por denuncias de irregularidades.
En un discurso luego de recibir de manos del presidente del Congreso la banda alusiva a la bandera de la nación andina, el ingeniero civil de 55 años instó a trabajar por la unidad y formar un pacto social para el cual hizo un llamado al diálogo.
“Llegó el momento de decir basta. Los graves acontecimientos que se han conocido en los últimos tiempos ameritan que se esclarezcan responsabilidades y que cualquier tipo de irregularidad cometida sea penada como corresponde”, dijo provocando aplausos dentro del Congreso unicameral dominado por la oposición.
Kuczynski renunció el miércoles presionado por la difusión de videos y audios que mostraron una supuesta compra de votos para evitar su destitución como presidente de una de las economías más estables de América Latina.
El Congreso aceptó el viernes su renuncia y poco después juramentó a Vizcarra, quien venía desempeñándose desde septiembre como embajador en Canadá y regresó al país en la madrugada para cumplir con la norma constitucional de sucesión presidencial y completar el actual mandato hasta el 2021.
“Seremos muy firmes en el combate contra aquellas acciones que estén reñidas con la ley, vengan de donde vengan y cueste lo que cueste”, dijo Vizcarra tras jurar con la mano derecha en alto. “Lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país”, agregó.
Vizcarra asume en medio del descontento de la población, una representación de la cual salió a las calles el jueves para pedir la celebración de nuevas elecciones, en una protesta organizada por grupos de izquierda y estudiantes universitarios. La policía usó gases lacrimógenos para dispersarlos.
El objetivo por delante es conducir al país “a la senda de credibilidad y estabilidad”, mantener lo que se ha hecho bien y modificar “lo que puede mejorarse” en materia económica, adelantó Vizcarra en un discurso de unos 25 minutos.
El presidente del Banco Central de Perú, Julio Velarde, dijo al presentar las previsiones para este año y el próximo que espera que el nuevo gobierno mantengan un camino de sostenibilidad fiscal y que, de haber cambios en la economía, sean “lo menos traumáticos posibles”.
Vizcarra no adelantó detalles sobre su política económica.
La sucesión de mando ocurre cuando Perú se alista para ser anfitrión de la Cumbre de las Américas, el 13 y 14 de abril, en la cual se espera al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El Gobierno de Washington dijo en un comunicado que continuará trabajando con Perú luego de la asunción de Vizcarra y que espera reafirmar el compromiso colectivo de nuestro hemisferio con la democracia en la próxima Cumbre.
Desde México, el presidente Enrique Peña, a través del Twitter, le deseó éxitos a su colega Vizcarra y reiteró “la profunda amistad” de su país a los peruanos.
Por su parte, la Unión Europea reiteró la firme voluntad de seguir fortaleciendo su relación con el Perú para impulsar los asuntos de interés común.
Los mercados, que aplaudieron el ascenso de Kuczynski al poder, han recibido la transición de mando de forma positiva por la expectativa de que con ello terminaría la incertidumbre.
El sol subió a su máximo nivel en siete semanas; mientras que el índice referencial de la bolsa de Lima cerró con una leve baja luego de una sesión en la que destacó el alza de los papeles de constructoras ante expectativas de más inversión pública en el nuevo Gobierno.