Un juez de Brasil suspendió la exportación de animales vivos para ser sacrificados en el país de destino, acogiendo la denuncia de una ONG en la que señala que son transportados en condiciones crueles. Las exportaciones solo podrán ser reanudadas cuando se garantice un trato adecuado a los animales, señaló el juez Djalma Moreira Gomes de Sao Paulo en su decisión adoptada el viernes y publicada por la prensa local.
La ONG Foro Nacional de Protección y Defensa Animal interpuso una demanda civil por las malas condiciones en las que están unas 27.000 cabezas de ganado -propiedad de Minerva Foods- en el barco “Nada”, atracado en el puerto de Santos que sirve a Sao Paulo, en su ruta hacia Turquía.
Según un reporte veterinario, los animales son transportados en espacios pequeños y poco higiénicos. Gomes indicó que aceptó la petición “para prevenir la exportación de animales vivos para sacrificio, en todo el territorio nacional, hasta que el país de destino adopte prácticas (...) compatibles con el ordenamiento jurídico brasileño”.
Los animales a bordo del buque “Nada” deben ser retirados, agregó. La nave “solo puede continuar su viaje después de completar el desembarco de los animales vivos”.
El mismo juez había emitido el jueves una orden judicial para evitar que el barco abandone el puerto. Asegurando haber recibido un “enorme apoyo” de otros activistas, la agrupación defensora de los derechos animales consideró que este caso “representa un punto importantísimo en la historia de la protección y defensa de animales en Brasil” , indicó Patrycia Sato, en un comunicado. “Esperamos que la exportación de animales vivos sea definitivamente prohibida”, agregó.