La prensa de Galicia se ha hecho eco de la información proveniente de las Islas Falkland denunciando la existencia de una gran flota de poteros en el Atlántico sur operando en aguas internacionales, y seguramente capturando calamares, indiscriminadamente, previo a que estos ingresen a las zonas económicas exclusivas tanto de Argentina como de las propias Falklands.
El tema preocupa sobremanera también a la flota gallega que opera en el Atlántico sur, algunas asociadas con empresas argentinas y otras con empresas de las Falklands, pues estas cumplen con los términos y normas de las licencias que compran para la temporada de captura que en el caso de las Islas está prevista se inicie para el 15 de febrero. Por otra parte las Falklands son muy celosas en materia de conservación de los caladeros, --y así se las reconocen internacionalmente--, y el número de licencias otorgadas para esta temporada no ha variado.
El problema es que los calamares de vida anual en su rotación por el Atlántico sur ahora son capturados, quizá sin madurar o sin el tamaño adecuado, por estos poteros en aguas internacionales, mayoritariamente chinos, y que actúan sin poca consideración por la depredación.
La situación ha sido denunciada por el Gobierno de las Falklands, que sufre sus efectos. El director de Recursos Naturales de las Islas, John Barton, confirmó al semanario local Penguin News que la presencia de esta flota tendrá impacto en el nivel de capturas en el caladero de las Islas.
Justamente este es uno de los varios problemas comunes a Argentina y a las Falklands en el Atlántico sur que están previstos abordar de acuerdo al comunicado de setiembre del 2016 en que tanto Argentina como Londres acordaron considerar para asegurar los recursos naturales en las aguas compartidas. Si bien algunos de esos puntos, pocos, han sido tratados el resto permanecen aparentemente congelados.