Chile es el país latinoamericano que tiene la peor evaluación del Papa argentino Jorge Bergoglio, según el estudio de Latinobarómetro. Hoy los chilenos cuentan con menos católicos y confían menos en la Iglesia, de acuerdo al informe, ”Papa Francisco y la Religión en Chile y América Latina” que analizó la evolución regional del pensamiento religioso en los últimos 22 años.
Ante la llegada este lunes de Francisco a Santiago, Chile presenta particularidades que se han ido acentuando con el tiempo y que marcan una diferencia con los 18 países analizados.
Si el promedio de los latinoamericanos evaluó en 2017 al Papa Bergolio con nota 6,8 –de un rango entre 0 y 10–, Santiago entregó la nota más baja de la región con un 5,3. Junto a Uruguay, son los únicos países que lo califican con menos de 6 puntos.
Perú, hacia donde se dirigirá el Pontífice después de Chile,lo evaluó con un 6,8, mientras que su país de origen, Argentina, le otorgó un 6.6. Al contrario, Paraguay y Brasil son los que mayor valoración tienen del Papa Francisco, otorgándole sobre ocho puntos.
El estudio observó que la baja valoración de Bergoglio se ve incluso entre los mismos católicos, que le dan un 42% de aprobación, mientras que los fieles latinoamericanos en promedio le otorgaron un 68%.
Latinobarómetro mostró que si en 1995 el 80% de los habitantes se definía como católico, la cifra hoy descendió al 59%, produciéndose una caída en todos los países excepto México.
La socióloga Marta Lagos, directora del estudio, explicó que esto se debe a dos fenómenos: “por un lado en el cono sur (sin Brasil) hay una pérdida de confianza de los católicos en la Iglesia y a la vez aumentan quienes se reconocen agnósticos, ateos o sin religión, mientras que en Centroamérica, se debe a un fuerte avance de la religión evangélica, que ha penetrado en las capas más pobres.
El porcentaje de católicos en Chile bajó del 74% en 1995, al 45% en 2017. La fecha clave es el año 2010 cuando comienza una baja sostenida de 65% a 60% en coincidencia con el destape del “Caso Karadima”, el influyente párroco formador de obispos denunciado por tres profesionales de haber abusado de ellos.
El estudio muestra que sólo República Dominicana, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Uruguay, Chile y Honduras cuentan con el menos del 50% de habitantes católicos de acuerdo a la encuesta. El estudio reveló que no solo cayó la práctica religiosa sino que se desplomó la confianza hacia la Iglesia, especialmente en Chile, pasando del 80% en 1995 a 36% en 2017.
Para Lagos, “los puntos débiles de la Iglesia son el futuro y las personas más vulnerables” y señaló que, a diferencia hace 50 años, cuando la mayoría se reconocía como católica, “si uno se pregunta hoy si Chile es un país católico, de acuerdo a los datos, ya no”.
Además tiene la mayor cantidad de personas que no se identifica con una religión (35%). Desde 2006, la tendencia secular ha ido en un aumento sostenido, junto a que un 11% de los chilenos se considera evangélico y un 4% tiene otra práctica religiosa. “No hay una voluntad de catolicismo como lo había años atrás. Hay un proceso de secularización importante”, recalcó Lagos.