El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contraatacó a sus detractores luego de que un nuevo debate sobre su salud mental asomara esta semana con especial fuerza, tras la publicación de un libro sobre su turbulenta llegada a la Casa Blanca. Soy un genio estable, concluyó el mandatario en una catarata de tuits matutinos en los que atacó a los demócratas, especialmente a su ex rival, la deshonesta Hillary Clinton, a los medios de comunicación y al autor del libro, el periodista Michael Wolff.
Ahora que esa colusión rusa, después de un año de intenso estudio, ha demostrado ser un engaño total al pueblo estadounidense, los demócratas y sus perritos falderos, los grandes medios de falsas noticias, están sacando el viejo manual de Ronald Reagan y chillando estabilidad mental e inteligencia, escribió.
Realmente, a lo largo de mi vida, mis dos grandes activos han sido la estabilidad mental y ser, como, realmente listo. La deshonesta Hillary Clinton también jugó estas cartas muy fuerte y, como todo el mundo sabe, se fue abajo en llamas, continuó en otro tuit.
”Pasé de (ser un) MUY exitoso hombre de negocios, a estrella de la televisión, a presidente de Estados Unidos (en mi primer intento). Creo que eso calificaría no como listo, sino genio...y un genio muy estable, concluyó en un tercer mensaje en la red social.
Los tuits del mandatario llegan luego de una semana en la que hubo mucho ruido en la Casa Blanca por la publicación del libro de Wolff, titulado Fuego y furia, en el que el periodista sostiene que el objetivo de Trump no era llegar a ser presidente sino potenciar su marca; y que sus asesores no confiaban en el mandatario.
Todos dicen que es como un niño, señaló el periodista, en unas declaraciones a la NBC. Dicen que es un imbécil, un idiota. Hay una competición para llegar al fondo de quién es este hombre, añadió. Este hombre no lee, no escucha. Es como un 'pinball', virando a todas partes, aseguró Wolff.
Preguntado por la salud mental del presidente, el periodista respondió con una cita de algo que supuestamente le dijo el ex estratega jefe Steve Bannon en una de sus conversaciones: La ha perdido (la cabeza).
Durante la campaña electoral, Clinton advirtió en repetidas oportunidades que Trump no estaba capacitado para asumir un cargo de tanta complejidad como la presidencia de Estados Unidos. Además, en febrero pasado, un grupo de 35 psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales envió una carta al periódico The New York Times en la que mostraba su preocupación por la inestabilidad emocional de Trump, que lo incapacita para servir de manera segura como presidente.
Sus palabras y su comportamiento sugieren una profunda incapacidad en empatía. Individuos con este tipo de rasgos distorsionan la realidad, para que se adapte a su estado psicológico, y atacan los hechos y a quienes los transmiten, como periodistas y científicos”, aseguraban.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha hecho un giro de 180 grados en algunas de las políticas de sus antecesores, lo que le ha costado cierto grado de soledad en el escenario internacional, sobre todo por su salida del Acuerdo de París sobre el clima o con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.