La Primer Ministro británica, Theresa May, viajó este lunes a Canadá para reunirse con su colega canadiense, Justin Trudeau, con el que analizará planes para alcanzar un acuerdo comercial tras el Brexit, informaron fuentes oficiales.
El Reino Unido y Canadá comparten valores y son una unión poderosa cuando trabajan juntos en asuntos internacionales, señaló la jefa del Gobierno británico en una declaración divulgada previo la partida.
El viaje de May se produce antes de que entre en vigor este jueves el acuerdo alcanzado por la Unión Europea (UE) y Canadá, conocido como CETA (Acuerdo Económico y Comercial Global). Con este acuerdo, que se negoció durante siete años, Canadá acordó eliminar el 98 % de sus aranceles de importación. Pero cuando el Reino Unido esté fuera de la UE, a partir de marzo de 2019, el Reino Unido no se podrá beneficiar de ese pacto.
Ese es el motivo, según los medios, por el que May buscará utilizar el CETA como modelo para un nuevo acuerdo bilateral entre el Reino Unido y Canadá, que pueda ser implementado poco después del Brexit. Se espera que May y Trudeau establezcan un nuevo grupo conjunto de trabajo destinado a preparar el terreno para alcanzar ese acuerdo, ya que en virtud de las reglas comunitarias, el Reino Unido no puede negociar pactos comerciales con terceros países.
Cuando nos unimos y trabajamos como uno para proyectar nuestros valores compartidos en la escena mundial, formamos una unión poderosa. Mi visita a Canadá hoy es no sólo reconocer nuestro pasado sino mirar hacia un futuro brillante que hay por delante, dijo May.
Celebramos juntos nuestra compartida monarquía, y lazos estrechos de familia y amistad, añadió. El viaje de May se produce días antes de que pronuncie en Florencia (Italia) -el día 22- un importante discurso sobre el Brexit. Su intervención en Florencia es vista como un intento de desbloquear las conversaciones sobre el Brexit, después de que se retrasara del 18 al 25 de septiembre el comienzo de la cuarta ronda de las conversaciones entre Londres y Bruselas para establecer las condiciones de la salida británica de la UE.
Además, May viaja a Canadá después de que su ministro de Exteriores, Boris Johnson, causara polémica al repetir la controvertida cifra de 350 millones de libras semanales que el país podrá ahorrarse tras el Brexit, mencionada durante la campaña para el referéndum europeo de 2016.
En un artículo publicado el sábado en The Daily Telegraph, Johnson señaló que esa cantidad podría ser utilizada para mejorar el Servicio Nacional de Salud (NHS), si bien la cifra fue cuestionada por falta de exactitud después de la consulta, en la que los británicos votaron a favor de salir de la UE.
La publicación del artículo fue vista, además, por los analistas como un intento de apoyar un Brexit duro -sin acceso al mercado único- antes del discurso de May en Florencia.