El reto de las ciudades latinoamericanas para elevar los niveles de productividad y bienestar de sus pobladores es disminuir la informalidad en áreas como vivienda, transporte y empleo, aseguraron expertos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
“Una ciudad accesible integra la planificación y regulación del suelo con infraestructura de movilidad, políticas de compensación por uso de vehículos privados y un mercado flexible de vivienda, que al final redunda en un mayor bienestar y desarrollo de las ciudades”, dijo el presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza.
La conclusión hace parte del Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2017 de la entidad, titulado “Crecimiento urbano y acceso a oportunidades: un desafío para América Latina”, cuya presentación regional se realizó en Bogotá.
En el informe se destaca que la capacidad de las ciudades para mejorar la vida de sus habitantes depende en forma crucial de la política pública y de la manera como logren aprovechar los beneficios económicos de la urbanización, disminuyendo sus costos sociales.
Otro hallazgo del estudio, del que hicieron parte 11 ciudades, tiene que ver con que mientras menos del 10% de los habitantes del mundo (cerca de 900 millones de personas) vive en asentamientos informales, en América Latina la cifra se ubica entre el 20 % y el 30%.
De este modo, “las urbes latinoamericanas presentan un uso más intensivo del suelo urbano que las de países desarrollados, lo que hace que las carencias en temas de infraestructura de servicios públicos y transporte impidan aprovechar las ventajas de su relativamente alto nivel de urbanización”, comentó el director corporativo de análisis económico y conocimiento para el desarrollo de CAF, Pablo Sanguinetti.
En el caso de Bogotá, la densidad poblacional relativa a la superficie construida es de 245 habitantes por hectárea, mientras que el promedio de las ciudades con más de tres millones de habitantes en Europa y Norteamérica es 60 y 25 habitantes por hectárea, respectivamente.
Además, mencionó CAF en el análisis, que la capital colombiana “también se destaca por ser una de las pocas grandes metrópolis del mundo que ha experimentado incrementos en la densidad en las últimas tres décadas, mientras que en la mayoría la tendencia es a disminuir”.
A juicio de Sanguinetti, decir qué ciudades van a la cabeza en temas de acceso a oportunidades es difícil porque, por ejemplo, Buenos Aires se destaca en transporte y sus habitantes están más satisfechos en esa área, pero tiene demasiada presencia de asentamientos informales en su territorio.
Por ello, aclaró, “todas las urbes de la región pueden aprender de sus vecinas y mejorar aspectos en los que están rezagadas para optimizar el día a día de sus pobladores”.