El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que no permitirá que personas trans-género sirvan en el ejército estadounidense y explicó en un tuiteo que se tomó por un tema económico.
“(El ejército) Debe concentrarse en una victoria decisiva y abrumadora y no puede cargar con los tremendos gastos médicos y las perturbaciones que implicarían los trans género en el ejército”, publicó el Mandatario en Twitter.
Sin embargo, un documento reveló que el ejército más poderoso del mundo gasta cinco veces más en Viagra que en los medicamentos que Trump usa como excusa para vetar a los trans-género, según publica The Washington Post.
El precio de esos medicamentos sería de entre 2,4 y 8,4 millones, mientras que el gasto en Viagra es de 41,6 millones de dólares por año. El gasto total para tratar disfunciones sexuales supera los 80 millones de dólares al año, según Military Times.
Desde el año pasado se decidió que los transexuales pueden servir abiertamente en el ejército, pero luego de una demora recién esa norma se inició a aplicar el 1 de julio de este año. Con la decisión de Trump, queda en el aire qué pasará con los trans-géneros.
Las reacciones al veto de Trump a las personas transexuales en el Ejército no se ha hecho esperar. Desde destacados activistas trans-género al Ejército canadiense o incluso el senador republicano John McCain, las voces contra la medida y en apoyo al colectivo LGTB+ no han cesado.
Pocas horas después de que el Presidente estadounidense afirmase en Twitter que no se permitirán personas transexuales en las Fuerzas armadas el Ejército canadiense les animaba a alistarse.
“Damos la bienvenida a los canadienses de cualquier orientación sexual e identidad de género”, han dicho en Twitter con el lema “la diversidad es nuestra fuerza” y una fotografía de una banda militar durante las celebraciones del Orgullo LGTB+ el pasado 3 de junio en Toronto.