La actividad económica en Brasil creció en febrero a su tasa más acelerada desde enero de 2010, según datos del Banco Central publicados el lunes, en la señal más fuerte a la fecha de que el país estaría saliendo de una recesión que ya dura dos años.
Se prevé un incremento en la producción agrícola en el primer trimestre gracias a un volumen extraordinario en las cosechas. La producción industrial, en tanto, mejoró por un repunte en las exportaciones de vehículos.
El Índice de Actividad Económica del Banco Central de Brasil (IBC-Br) subió un 1,31 por ciento en febrero frente a enero, tras ajustes por estacionalidad, luego de un incremento revisado al alza de 0,62 por ciento el mes previo. La mediana de las expectativas era de un alza de 0,55 por ciento en febrero.
Se prevé que el comercio y los servicios se demoren más en recuperarse debido a que el desempleo está en máximos históricos, pero aun así mostraron crecimiento a comienzos de año, según datos publicados a comienzos de mes.
El IBC-Br mide la actividad en la agricultura, la industria y los servicios y se lo considera un adelanto del Producto Interno Bruto (PIB).
El PIB crecería un 0,4 por ciento en 2017 en relación a 2016, cuando la economía brasileña se contrajo un 3,6 por ciento, según un sondeo del banco central publicado el lunes.
Sin embargo, expertos advierten que la recuperación podría flaquear si el gobierno de Michel Temer no logra que el Congreso apruebe una reforma al sistema de pensiones en los próximos meses o si el mandatario termina siendo destituido dentro del gran escándalo por corrupción que vive el país.