Los candidatos presidenciales de Francia con más chances se enfrentaron este lunes en un primer cara a cara televisado, a sólo un mes de las elecciones, y, pese a sus marcadas diferencias, tanto la derecha como la izquierda coincidió en atacar con más fuerza al favorito de los sondeos para el balotaje, el liberal independiente Emmanuel Macron.
El ex primer ministro conservador, Francois Fillon; el hombre que divide el oficialismo socialista, Benoit Hamon; la líder nacionalista, Marine Le Pen; y las esperanzas de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, se turnaron a lo largo de las tres horas que duró el debate para dar a entender que Macron es el hombre de los lobbys empresariales y el candidato del dinero.
Hay una puerta giratoria: se forman en las grandes escuelas para ser funcionarios. Se convierten en funcionarios y después en banqueros, lanzó, siempre punzante, Le Pen, la líder del partido Frente Nacional.
Rápidamente Macron recogió el guante e intervino: Esta también es para mí. Estoy contento por todas y todos.
Le Pen, con una sonrisa, redobló la apuesta: No lo tome a título personal. Hay un problema grave cuando, en la política, los responsables toman decisiones que benefician a tal o cual empresa.
Un poco antes, Hamon había desafiado a Macron a decir públicamente si había empresarios y ejecutivos de las grandes industrias entre sus donantes de campaña y, muy elegantemente, el favorito para quedarse con la Presidencia en el balotaje de mayo próximo se negó, según el diario Le Monde.
Por su parte, Fillon también cuestionó su posicionamiento como candidato independiente. Esa es la política de Macron, un poco a la izquierda, un poco a la derecha, sentenció el candidato conservador, que hasta hace unas semanas era el favorito indiscutido en las encuestas, hasta que la prensa comenzó a revelar una serie de acusaciones de corrupción y tráfico de influencias, que no sólo le podrían costar sus chances electorales, sino que ya le valieron una imputación judicial.
Las tres horas de debate, que tuvieron varios intervalos se dividieron en tres grandes preguntas: ¿Qué modelo de sociedad?, ¿Qué modelo económico?, y ¿Qué lugar para Francia en el mundo?
El canal TF1 que organizó y difundió el debate a cinco bandas, una novedad absoluta en Francia, eligió convocar a los cinco candidatos que encabezan a los sondeos y dejó afuera a los otros seis dirigentes que se presentan en las elecciones del 23 de abril próximo.
Más allá de los cruces y las chicanas, los candidatos buscaron marcar sus diferencias y definir de la manera más concreta su perfil electoral y su programa de gobierno.