Los salarios promedio del sector manufacturero de China se han disparado y ahora superan los de países como Brasil y México y están acercándose rápidamente a los de Grecia y Portugal, después de una década de crecimiento vertiginoso durante la cual los paquetes salariales chinos se han triplicado.
Generalmente en la fuerza laboral de China, los ingresos por hora superan a los de todos países grandes de Latinoamérica excepto Chile, y son cercanos al 70% del nivel de los países más débiles de la eurozona, según datos de Euromonitor International, un grupo de investigación.
Las cifras reflejan el progreso logrado por China en la mejora del estándar de vida de sus 1.400 millones de habitantes, y algunos analistas aseguran que el incremento de la productividad podría llevar los sueldos industriales incluso más allá de los que tradicionalmente se consideran países de medianos ingresos. Pero el rápido aumento de los salarios promedio de China también podría contribuir a la pérdida de empleos ante otros países dispuestos a ofrecer pagas inferiores.
Los datos también ponen de manifiesto los problemas que enfrentan los países de América Latina, donde los salarios se han estancado y, a veces, bajaron en términos reales, y en Grecia, donde el promedio de salario por hora se redujo a más de la mitad desde 2009, según Euromonitor.
La hora trabajada en el sector manufacturero de China se triplicó entre 2005 y 2016 a US$ 3,60, según Euromonitor, mientras que durante el mismo período los salarios industriales bajaron de US$ 2,90 la hora a US$ 2,70 en Brasil, de US$ 2,20 a US$ 2,10 en México, y de US$ 4,30 a US$ 3,60 en Sudáfrica.
Los salarios en China también superaron los de Argentina, Colombia y Tailandia durante el mismo tiempo, pues el país se integró más a la economía mundial después de su ingreso en 2001 a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Euromonitor compiló sus datos a partir de información proporcionada por la Organización Internacional del Trabajo, por organismos nacionales de estadística y por Eurostat, y posteriormente los convirtió a términos de dólar y los ajustó según la inflación. Pero los datos no toman en cuenta los diferentes costos de la vida.
El aumento de las remuneraciones en el sector manufacturero chino contrasta con la disminución de los sueldos en otros países, como Argentina y Brasil. Incluso en India, que ha experimentado un rápido crecimiento económico, los salarios industriales han permanecido sin cambios desde 2007 a sólo US$ 0,70 por hora.
Los sueldos del sector manufacturero en Portugal disminuyeron de US$ 6,30 por hora a US$ 4,50 el año pasado, poniendo los niveles salariales por debajo de los registrados en algunas partes de Europa del este, y dejándolos sólo 25% superiores a los de China.
Los trabajadores de la industria manufacturera en China se encuentran entre los mejores pagos en un país donde la distribución salarial es cada vez más desigual. Pero los niveles de ingresos están aumentando en toda la economía en general, y la remuneración promedio chino para todos los sectores aumentó de US$ 1,50 en 2005 a US$ 3,30 el año pasado. Ese nivel es superior al de los salarios medios de Brasil, México, Colombia, Tailandia y Filipinas.
Oru Mohiuddin, analista estrategia de Euromonitor, observó que los niveles de productividad de los trabajadores chinos han mejorado incluso más rápido que sus sueldos. Los fabricantes aún se benefician en China, dijo.
Es probable que el tamaño del mercado interno de China ayude a los trabajadores del sector manufacturo del país, a pesar del aumento de los costos de mano de obra. En una serie de sectores China representará el 20% del mercado en 2020, similar a América del Norte y Europa occidental, dijo Mohiuddin.
Agregó que puesto que esa proporción del mercado es muy superior al 4,8% de India y 3,3% de Brasil, tiene sentido que los fabricantes tengan plantas en China.
Pero Charles Robertson, economista en jefe global de Renaissance Capital, señaló que el envejecimiento de la población china, y la esperada reducción del número de personas en edad laboral, podría generar mayores presiones salariales en los próximos años.