El presidente de Brasil, Michel Temer, se posicionó a favor de analizar la extinción del voto obligatorio, la adopción del parlamentarismo como forma de gobierno, admitió que no rechaza evaluar la entrega a privados de los manantiales del Acuífero Guaraní y se mostró a favor de que los extranjeros sean autorizados a comprar grandes propiedades de tierra.
Lo hizo en una entrevista con el canal Rede TV, en la cual también afirmó no haber asumido el cargo para perseguir a los trabajadores o terminar con la salud o la educación públicas, al defender la enmienda constitucional que congela el gasto del Estado por 20 años que tiene media sanción del Congreso y es resistida con la toma de más de 1.000 colegios y 150 universidades.
Lamentó que ”la protesta de los estudiantes se dé con un perfil físico (por las tomas) en lugar del debate de ideas.
El gobernante, ex vicepresidente de Dilma Rousseff, que apoyó la destitución de su ex compañera de fórmula, ofreció algunas definiciones novedosas, como colocar en la agenda del Congreso la posibilidad de instalar el voto facultativo, teniendo en cuenta el alto índice de abstención y de votos anulados y en blanco en las recientes elecciones municipales.
Quizás llegó el momento de comenzar a examinar la hipótesis del voto optativo. Existe un malestar con la clase política, no podemos ignorar eso y muchas veces la crítica viene por el silencio, la abstención, el voto anulado”, dijo el gobernante, presidente con licencia del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), la fuerza política más grande de Brasil.
En ese sentido, Temer expresó su disposición a discutir el sistema de gobierno brasileño para adoptar el parlamentarismo: ”Creo que es posible discutir eso, muchos políticos son parlamentaristas. El impeachment (de Rousseff) fue traumático. En el parlamentarismo no lo sería. Si ocurre un desastre en el gobierno, se cambia el gobierno.
Temer reivindicó su plan de concesiones y privatizaciones que inicialmente tiene 34 proyectos para atraer a la iniciativa privada y se refirió a una versión lanzada por científicos de que el gobierno estudia incluir para su explotación comercial a las fuentes del Acuífero Guaraní, el mayor manantial de agua dulce transfronterizo del mundo, del cual forman parte Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Hay estudios sobre eso (privatizar el Acuífero Guaraní). Pero todavía no tengo una convicción al respecto y no tengo estudios finales sobre el caso, dijo Temer.
Mostró su oposición a la decisión del gobierno de Rousseff de impedir que grandes propiedades rurales sean adquiridas por extranjeros, en el marco de una expansión de sectores agrícolas chinos que querían comprar tierras en Brasil para cosechar y para exportar al gigante asiático.
Esto está siendo estudiado por el gobierno. Personalmente no tengo objeciones desde que se regule la utilización de la tierra, porque el extranjero que compró la tierra no se la va a llevar para su país. Eso es físicamente imposible. Insisto que si hay una regulación adecuada no tengo objeciones”, dijo Temer.