La actual campaña presidencial de Estados Unidos, al parecer no sólo quedará en la historia por lo reñida, sino que también porque está a punto de romper una marca histórica. Según las estimaciones del Centro para Políticas Responsables de Estados Unidos (CRP), la actual contienda que protagonizan el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton costará unos US$ 2.651 millones, es decir, la más cara de todos los tiempos.
Ese monto se basa en información recopilada por la Comisión Federal Electoral de EE.UU. y equivale a un gasto promedio de US$ 11,67 por cada de estadounidenses que está en edad de votar.
Esta estimación es levemente superior a los US$ 2.621 millones que costó la carrera presidencial de 2012, que le dio el triunfo al actual Presidente, Barack Obama, y que ostentaba el actual récord.
En la lista de las carreras presidenciales más costosas también está la de México en 2012, cuando el actual Presidente, Enrique Peña Nieto, venció a López Obrador. En esa oportunidad, el desembolso electoral alcanzó cerca de US$ 1.923 millones.
Dos años después, la campaña de reelección de la destituida Dilma Rousseff en Brasil bordeó los US$ 1.920 millones.
No obstante, hay procesos electorales de otros países que han destacado por sus bajas inversiones. En ese sentido, la carrera presidencial de 2012 en Francia tuvo un costo de US$ 97 millones. Ese mismo año, la carrera que protagonizó Rusia totalizó una cifra cercana a los US$ 49 millones.