Una comisión argentino-uruguaya tomó 50 muestras de efluentes procedentes de la fábrica de celulosa de Fray Bentos y otros tantos en la desembocadura del Gualeguaychú en Entre Ríos. Botnia pasa la prueba.
Los informes de las muestras recogidas en el lado argentino registraron más contaminantes que los encontrados en Fray Bentos, según se informó. El nombre formal de la planta es Orión pero alcanzó notoriedad por su denominación original finlandesa Botnia, cuando Argentina y Uruguay se vieron implicados en un diferendo judicial resuelto por el Tribunal de La Haya en 2010, cuando el concflicto había alcanzado su pico dado que ambientalistas argentinos cortaban el puente binacional..
Los resultados que se conocieron el miércoles que obedecen a mecanismos instituidos a partir de La Haya, son de 50 campañas de muestreo entre junio de 2011 y julio de 2015. Según el informe, no hubo apartamiento de las regulaciones ambientales uruguayas ni contaminación. Se observó que en cada caso se aplican las regulaciones de cada país y éstas son más estrictas en el caso de Uruguay. Aún así, el contraste entre los dos países fue ostensible.
Por ejemplo, la presencia de hierro en niveles superiores a los permitidos por las regulaciones argentinas se detectó en las 50 muestras. También se pudo rastrear aluminio en cantidades por encima de las normas de seguridad y lo mismo ocurrió con el berilio (sólo dos veces no se encontró) y el amoníaco (detectado en 36 de los 50 casos).
En el lado uruguayo, el informe señala que en los efluentes de las plantas y en las descargas de procesos industriales se analizaron las piscinas de agua de lluvia. Sobre los parámetros de una primera serie de sustancias, incluidas las dioxinas y los furanos, se determinó que no hubo desviaciones de las normas, aunque en enero de 2014 la presencia de aceites y grasas se detectó en el efluente de proceso industrial por encima del valor establecido.
También se encontró que las temperaturas de los efluentes superaron 37 grados centígrados en febrero y abril de 2015. Las fuentes de la empresa indicaron que este problema se había cumplido con la instalación de un nuevo sistema de refrigeración en 2013 para permitir una mayor producción, aunque el informe cita casos en 2015.
Con respecto al fósforo, en agosto de 2011, y en marzo y diciembre de 2014, la carga diaria medida fue superior al parámetro. Sin embargo, se indicó que los resultados promedio para esos meses estaban dentro de los límites requeridos.
En cuanto al río Gualeguaychú, el informe indica que varias mediciones superaron los valores de aluminio, amonio, berilio, hierro y níquel. En el caso del río Uruguay, hubo 32 muestras entre septiembre de 2012 y abril de 2015. La presencia de hierro, aceite y grasa, cobre, cromo y níquel se detectó en diferentes grados.