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Francisco canonizó el primer santo argentino, el “cura gaucho Brochero”

Lunes, 17 de octubre de 2016 - 10:39 UTC
Bajo cielo despejado Francisco oficializó al nuevo santo, en tanto una multitud de argentinos ocupó la parte central de la plaza con banderas y estampitas Bajo cielo despejado Francisco oficializó al nuevo santo, en tanto una multitud de argentinos ocupó la parte central de la plaza con banderas y estampitas
Entre los presentes en la misa en San Pedro se contaron el presidente Mauricio Macri, la Primera Dama Juliana Awada y varios ministros Entre los presentes en la misa en San Pedro se contaron el presidente Mauricio Macri, la Primera Dama Juliana Awada y varios ministros

El papa Francisco declaró este domingo santo al “cura gaucho” José Gabriel Brochero, el primero nacido y muerto en Argentina, en una emotiva misa de canonización en Plaza San Pedro ante unas 80.000 personas, 2.000 de las cuales era fieles argentinos.

  En una ceremonia que contó con la presencia en primera fila del presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada, Francisco “declaró y definió” santo a Brochero, a las 10.32 de Roma, junto a otros seis beatos y, siguiendo la fórmula de rigor en latín pidió “inscribirlos en el Libro de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sean devotamente honrados como santos”.

Los dos chicos en los que se constataron los milagros atribuidos a Brochero, Nicolás Flores y Camila Brusotti, también pudieron participar de la histórica ceremonia: él, ofreciendo el reliquiario del “cura gaucho” y ella saludando al papa Francisco junto a la postuladora de la causa de canonización, Silvia Correale frente a las 80.000 personas reunidas en la Plaza San Pedro, según estimó la Gendarmería vaticana.

“Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos”, expresó el pontífice durante su homilía en la ceremonia en la que saludó a Macri y su mujer, que encabezaron una nutrida delegación argentina.

Luego de la entrada de Francisco en la Plaza apenas pasadas las 10 locales, la misa había iniciado con las palabras del cardenal Alberto Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, leyendo una breve biografía de cada uno de los nuevos santos, incluido Brochero.

Durante la presentación de Brochero, Amato destacó que el nuevo santo “se empeñó principalmente en el anuncio del Evangelio y en la educación del pueblo” y “se esforzó intensamente para promover el desarrollo del territorio, promoviendo la construcción de iglesias, capillas, escuelas rurales y caminos”.

Bajo un cielo despejado y con más de 20 grados de temperatura cuando Francisco oficializó al nuevo santo, una multitud llegada desde Argentina ocupó la parte central de la plaza con banderas y estampitas con la imagen del cura “que se puso la Patria al hombro”, como se lo describió el obispo de Cruz del Eje, Santiago Olivera, quien fue uno de los con celebrantes de la histórica misa.

Entre los argentinos llegados especialmente para la canonización estaba también Fabiana Brochero, hija de un sobrino nieto del santo y que en medio de la alegría en la Plaza San Pedro mostró su “alegría” por la ceremonia.

“Es un honor estar en Roma, frente al Papa y con esta cantidad inmensa de gente que nos acompaña. Es un orgullo estar acá con los argentinos y estar todos identificados con la misma bandera”, expresó.

Además del Presidente y la primera dama, durante la canonización también saludaron al pontífice la canciller Susana Malcorra, el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti junto a su mujer, el ex gobernador José Manuel de la Sota y el embajador ante la Santa Sede Rogelio Pfirter.

Junto a Brochero fueron canonizados los beatos italianos Ludovico Pavoni y Alfonso Maria Fusco, el obispo español Manuel González García, los franceses Salomón Leclercq y Elisabeth de la Santísima Trinidad y el niño mártir mexicano José Sánchez del Río.

“Que el ejemplo y la intercesión de estos luminosos testimonios sostengan el esfuerzo de cada uno en sus respectivos ámbitos de trabajo y de servicio, por el bien de la Iglesia y de la comunidad civil”, agregó Francisco en referencia a los nuevos santos en un breve Ángelus tras la canonización a la que también asistieron los cardenales argentinos Luis Héctor Villalba y Mario Poli.

Brochero fue canonizado luego que la Congregación para las Causas de los Santos certificara los milagros que se le atribuyen al cura gaucho en los casos de Nicolás Flores, un chico de 11 meses que había quedado al borde de la muerte tras sufrir un severo accidente de tránsito; y de Camila Brusotti, una nena que se recuperó de lesiones que la habían dejado al borde de la muerte.

Brochero se convirtió este domingo por la mañana en el primer santo “100%” argentino, ya que el primer santo oficializado por el Vaticano y nacido en Argentina, San Héctor Valdivielso Sáez, también conocido como San Benito de Jesús (1910-1934), sólo vivió en Argentina hasta los cuatro años y luego fue ejecutado durante la Revolución de Asturias, previa a la Guerra Civil Española, por lo que fue canonizado el 21 de noviembre de 1999.