El vicecanciller de Uruguay Jose Luis Cancela dijo que la abstención de su país en la declaración emitida por los miembros fundadores del Mercosur, que acordaron que Venezuela no ejercerá la presidencia del mismo, tiene como fin “salvar” el bloque.
”Si Uruguay no se abstenía (frente a la declaración apoyada por Argentina, Brasil y Paraguay), el Mercosur hubiera entrado en una parálisis”, afirmó Cancela en rueda de prensa sobre la posición de Montevideo, que permitió la aprobación de la declaración.
La abstención de Uruguay, dijo, estuvo en consonancia con la postura que ha tenido desde que se desató la crisis por el traspaso de la presidencia del Mercosur, ya que “no fue ni es el criterio” del país “suspender a Venezuela como miembro pleno del bloque”, una premisa defendida por “algunos miembros del bloque”.
En ese sentido, Cancela especificó que Uruguay no tiene “una aproximación sancionatoria” hacia el país caribeño sino más bien una “cooperativa”.
Cancela recordó que la declaración emitida el martes instaba a Venezuela a incorporar “cerca de 300 normas” para cumplir cabalmente con sus obligaciones como miembro pleno del Mercosur, puesto que en los cuatro años que lo integró, “lamentablemente” no pudo hacerlo.
Desde su admisión en 2012, disponía hasta el 12 de agosto pasado para incorporar las normas del Mercosur a su ordenamiento jurídico.
Entre las mismas, se encuentra sobre todo un acuerdo de complementación económica que es “la madre de las relaciones comerciales entre este país y los demás miembros del bloque”.
Otros tratados son el Protocolo de Promoción y Protección de Derechos Humanos y el Acuerdo sobre Residencia de Nacionales de los Estados Partes del Mercosur.
Respecto a la extensión del plazo, “hubo consenso en extenderlo hasta el primero de diciembre” a instancias de Uruguay, dijo el vicecanciller, al mando de su cartera en ausencia del titular, Rodolfo Nin Novoa.
“Si en esta fecha Venezuela no hubiera podido incorporar el conjunto de la normativa del Mercosur, se vería suspendida en el ejercicio de los derechos que le corresponden como estado parte del bloque”, precisó.
Asimismo, incidió en que en el próximo semestre “no habrá decisiones ni directivas ni resoluciones” porque “estas normas solo las puede adoptar el Consejo del Mercado Común del Sur y no va a funcionar”.
La presidencia rotativa fue ejercida por Uruguay en el primer semestre y en el segundo le habría correspondido a Venezuela, según el orden alfabético que rige en el Mercosur para esos traspasos.
Sin embargo, Argentina, Brasil y Paraguay se opusieron a que ese cargo recayera en un país cuya democracia ponen en duda y que, aún más, no ha adoptado todavía la normativa interna del bloque.
Aún así, una vez concluido su período, en junio pasado, Uruguay se negó a continuar ejerciendo la presidencia del Mercosur, que el Gobierno de Caracas decidió asumir pese al rechazo explícito de tres de los miembros del bloque.