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Blair y Bush admiten errores en Irak pero igual justifican la remoción de Saddam Hussein

Viernes, 8 de julio de 2016 - 10:06 UTC
Según el informe Blair exageró la amenaza planteada por Saddam Hussein y envió tropas mal preparadas a la batalla y con un plan “totalmente insuficiente” Según el informe Blair exageró la amenaza planteada por Saddam Hussein y envió tropas mal preparadas a la batalla y con un plan “totalmente insuficiente”
“Fue mejor sacar a Saddam Hussein”, un acto  que no cree sea “la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Medio Oriente o en cualquier otra parte” “Fue mejor sacar a Saddam Hussein”, un acto que no cree sea “la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Medio Oriente o en cualquier otra parte”
“No creo que esta lucha haya sido en vano”, dijo Blair, pero admitió que algunos críticos no aceptarían su pesar por los errores en torno a Irak “No creo que esta lucha haya sido en vano”, dijo Blair, pero admitió que algunos críticos no aceptarían su pesar por los errores en torno a Irak
“Hemos llegado a la conclusión que el RU decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme”, según Chilcot. “Hemos llegado a la conclusión que el RU decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme”, según Chilcot.
John Chilcot, responsable del informe enfatizó a ”Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales”. John Chilcot, responsable del informe enfatizó a ”Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales”.
Blair y el entonces presidente español, José María Aznar, acordaron con Bush en las islas Azores “no agotar la vía de la ONU” antes de invadir Irak en marzo 2003 Blair y el entonces presidente español, José María Aznar, acordaron con Bush en las islas Azores “no agotar la vía de la ONU” antes de invadir Irak en marzo 2003
El conflicto, declarado sin autorización de ONU para derrocar a Saddam Hussein dejó un saldo de cientos de miles de iraquíes y 179 soldados británicos muertos. El conflicto, declarado sin autorización de ONU para derrocar a Saddam Hussein dejó un saldo de cientos de miles de iraquíes y 179 soldados británicos muertos.
John Chilcot, responsable del informe enfatizó a ”Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales”. John Chilcot, responsable del informe enfatizó a ”Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales”.

Por tercera vez en menos de 48 horas el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush intentó justificar la invasión a Irak en 2003 diciendo que “el mundo es un lugar mejor” sin Saddam Hussein, aunque admitió no haber leído el Informe Chilcot elaborado por una comisión investigadoras nombrada por el parlamento británico.

 El principal impulsor de esa guerra, admitió no haber leído el informe sobre las razones de la invasión, en tanto su socio de aventura el ex primer ministro británico Tony Blair reafirmó, en un programa radial de la BBC, que basado en la información con la que contaba en ese entonces volvería a hacer lo mismo.

El portavoz de Bush, Freddy Ford, explicó que el ex presidente estadounidense no tuvo aún ocasión de leer el informe y que, “pese a los fallos de inteligencia y otros errores que él ha reconocido anteriormente, sigue creyendo que el mundo entero está mejor”, tras su decisión.

”(Bush) está muy agradecido por el servicio y sacrificio de las fuerzas estadounidenses y de la coalición en la guerra contra el terror. Y no hubo aliado más fuerte que el Reino Unido bajo el liderazgo del primer ministro Tony Blair“, aseguró Ford.

El exhaustivo informe le trajo una ola de críticas a Blair por autorizar la invasión con pruebas de inteligencia ”no justificadas“ y sin haber agotado la opción pacífica.

En una entrevista de 33 minutos en el programa Today de la BBC Radio 4, Blair se mantuvo este jueves desafiante acerca de su decisión de respaldar la invasión y la decisión que tomó en ese momento.

”No creo que esta lucha haya sido en vano“, dijo, pero admitió que algunos críticos no aceptarían su pesar por los errores en torno a Irak hasta que diga que la decisión en sí, estuvo mal.

El político laborista sostuvo que la inacción hubiera sido aún peor que una invasión, y confesó que la decisión de invadir Irak fue ”la más dura, la más crucial y angustiante“ que tuvo que tomar como primer ministro.

Ya el miércoles, Blair asumió ”toda la responsabilidad“ por cualquier error cometido en la guerra de Irak, ”sin excepción ni excusas“ porque, aseguró, tomó la decisión de ”buena fe“ y para el ”mejor interés“ de su país.

Adujo además que ”fue mejor sacar a Saddam Hussein“, un acto en el que no cree que sea ”la causa del terrorismo que vemos hoy, ya sea en Medio Oriente o en cualquier parte del mundo“.

Reconoció, sin embargo, que dio por buenas ciertas pruebas ”no justificadas“ sobre la presunta posesión de armas de destrucción masivas por parte de Saddam Hussein.

Por su parte, el responsable de la investigación, John Chilcot, aseguró durante una entrevista sobre el informe que ”hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la invasión a Irak antes de que se hubiesen agotado las opciones pacíficas para el desarme“.

Agregó, tajante, que a ”Blair y a (George W.) Bush les diría que son unos criminales“.

El informe revela también que Blair prometió a Bush en 2002 apoyo incondicional para invadir Irak. ”Estaré contigo pase lo que pase“, escribió Blair el 28 de julio de ese año, ocho meses antes de que el 20 de marzo de 2003 empezara la guerra contra el país árabe.

Chilcot hace en su informe una crítica devastadora sobre la decisión de Blair de ir a la guerra en Irak y unirse a la invasión de Estados Unidos antes de que se hubieran agotado todas las ”opciones pacíficas para el desarme. La acción militar en ese momento no era el último recurso“.

Los 12 volúmenes del texto indican por otra parte que Blair y el entonces presidente del gobierno español, José María Aznar, acordaron con Bush en una reunión en las islas Azores ”no agotar la vía de la ONU“ antes de invadir ese país en marzo de 2003.

El conflicto, declarado sin autorización de las Naciones Unidas con el objetivo de derrocar al presidente iraquí, Saddam Hussein, con el argumento de que poseía armas de destrucción masiva, dejó un luctuoso saldo de cientos de miles de iraquíes y 179 soldados británicos muertos.

El informe Chicolt señala que la invasión estuvo mal preparada y se fundamentó en pruebas ”defectuosas“ que no fueron ”debidamente cuestionadas“ -como la supuesta existencia de las armas de destrucción masiva-, y advierte de que las consecuencias de esas malas decisiones ”aún se sufren hoy“.

Poco después de conocido el documento, los familiares de los soldados británicos muertos en la guerra de Irak, que impulsaron la investigación, anunciaron el miércoles en rueda de prensa que estudiarán medidas legales contra quienes autorizaron la invasión.

Durante la rueda de prensa, la hermana de uno de los militares fallecidos exclamó entre lágrimas que ”hay un solo terrorista en el mundo, y su nombre es Tony Blair”.