Debido a factores macro y microeconómicos, como el bajo precio del crudo y la pérdida de productividad y riesgo inflacionario, Venezuela está en una situación no sostenible en el mediano plazo, subrayó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por el deterioro de la capacidad productiva, por el deterioro de la política microeconómica y los desequilibrios macroeconómicos en Venezuela, que se ha deteriorado aún más con este choque petrolero, claramente la situación no es sostenible en el mediano plazo, dijo el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.
Según los pronósticos presentados este mes por la institución, la economía del país bolivariano se contraerá un 8% este año, tras el descenso de 5,7% registrado en 2015, aunque en 2017 la recesión se reducirá a un 4,5%.
La economía venezolana ya mostraba señales de deterioro en la capacidad productiva aun cuando los precios del petróleo eran elevados, recordó Werner en una rueda de prensa en la Ciudad de México.
Todo ello tendrá un impacto claro en la inflación, que este año el FMI proyecta en el 720% y para el 2017 en el 2.200%.
Es una tendencia que se asemeja a los episodios hiperinflacionarios que se han vivido con anterioridad en algunos países de América Latina, señaló.
Esta tendencia se verá también afectada por el valor de las exportaciones petroleras, que pasaron de 80.000 millones de dólares en 2013 a unos 20.000-25.000 millones de dólares en 2015, recordó.
Werner no pudo prever cuándo se va a dar el cambio político, social y económico que pueda ayudar a revertir esta tendencia negativa en la economía venezolana, y alertó que la situación actual tiene efectos sobre la calidad de vida y la salud de los habitantes de esa nación.
El FMI presentó este miércoles en la capital mexicana el informe Panorama Económico Regional para América Latina y el Caribe.