Ocho ex líderes del Tesoro de Estados Unidos enviaron una carta abierta para llamar a Reino Unido a que permanezca en la Unión Europea, en anticipación de la visita que realizará Barack Obama en los próximos días a la capital británica.
El grupo incluye a todos los ex secretarios del Tesoro desde 1995, además de representantes de los Gobiernos de Richard Nixon y Jimmy Carter.
Como estadounidenses tenemos un interés crítico en el resultado de su voto. Una Gran Bretaña fuerte, dentro de la Unión Europea, sigue siendo la mejor esperanza en nuestra opinión, para asegurar el futuro de Gran Bretaña, la creación de una Europa más próspera y proteger una economía global saludable y resistente, detalla la carta.
Los ex líderes también sostuvieron que la relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña ha estado en el centro de la política económica y exterior de Estados Unidos durante todo el período de post guerra. Durante nuestro tiempo como secretarios del Tesoro de Estados Unidos, cuando nos enfrentamos a los desafíos globales difíciles, a menudo miramos a Gran Bretaña como una voz fuerte.
Destacaron que las islas son un actor fundamental en la construcción de consensos políticos dentro del Viejo Continente y que el Brexit provocaría un período prolongado de incertidumbre para Gran Bretaña que socava su estabilidad y las perspectivas económicas.
Los defensores de la Brexit dicen que Gran Bretaña estaría mejor si sale de la Unión Europea, ya que no tendrían que pagar dinero para el presupuesto del bloque, podría abandonar las costosas y burocráticas normativas europeas, limitar la inmigración y negociar sus propios acuerdos de libre comercio.
Pero los ex funcionarios estadounidenses ponen en duda estas afirmaciones, advirtiendo que una salida probablemente altere y reduzca los flujos comerciales y restaría los beneficios a escala y eficiencia de la cooperación económica y la integración.
Afirman que la interdependencia y la interconexión de las naciones han aumentado y continuarán creciendo a medida que nos enfrentamos a los problemas transnacionales enormemente consecuentes que ningún país, por poderoso que sea, puede hacer frente con eficacia por sí solo.
Estos desafíos incluyen la escasez de la demanda mundial, las crisis financieras cuando se producen, la proliferación nuclear, las pandemias, el cambio climático y otros problemas ambientales. Una Europa fuerte y resistente, con Gran Bretaña en el centro, en nuestra opinión, sería una fuerza importante para hacer frente a estos desafíos juntos, destacaron.