En el marco de un nuevo aniversario del golpe de Estado en Argentina, la Conferencia Episcopal del país instó a no olvidar e hizo un llamamiento a afrontar y sanar las consecuencias de la última dictadura (1976-1983) y pidió transitar un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos para alcanzar la concordia y la amistad social.
Los argentinos no podemos dejar de preguntarnos cómo se pudo llegar al período más oscuro de nuestra historia, señalaron los obispos en una declaración titulada Una fecha para no olvidar.
El próximo 24 de marzo se cumplen 40 años de la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho. Un hecho que nunca más se debe repetir ni podemos olvidar, señala el documento.
Para los prelados, el golpe tuvo lugar en un momento complejo y difícil para toda la sociedad, en el que Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de Estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños.
Sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se nos presentan como un pasado que tenemos que afrontar y sanar, agregó la CEA.
Los obispos consideran que el reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo.
Además, recordaron que el nuevo aniversario del golpe coincide con la celebración del Jueves Santo, día de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros.
Su ejemplo nos ayuda a cicatrizar nuestras heridas en la verdad, el arrepentimiento, la reparación en justicia y el anhelo de alcanzar misericordia, concluyó su mensaje la Iglesia