El aumento de los precios de los combustibles en Venezuela, que entró en vigencia el viernes pasado no incluye al diesel, vital para el transporte de carga y de pasajeros, dijo el sábado el presidente Nicolás Maduro.
El pasado miércoles se decretó el aumento de la gasolina más barata del mundo, por primera vez en casi 20 años, y se devaluó el bolívar buscando hacerle frente a la grave crisis económica que azota al país miembro de la OPEP.
“Yo decidí dejar el diesel como está: no tocar el diesel para que no hubiera ningún problema en el transporte de carga, ni transporte público”, dijo Maduro la noche del sábado.
El mandatario populista explicó que la mayoría de vehículos de transporte de carga y pasajeros que circulan en el país usan diesel. En Venezuela, un litro de diesel cuesta 0,048 bolívares ó 0,0048 centavos de dólar al tipo de cambio más fuerte.
A pesar de que el mandatario aseguró que el aumento le permitirá al Estado ahorrarse casi 1.000 millones de dólares anuales en importación de aditivos, analistas dicen que es insuficiente ya que no llega a cubrir los costos de producción de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Además, muchos sostienen que el incremento de los precios de la gasolina sólo echaría más fuego a la inflación, que el año pasado cerró en 180,9%, la más alta del mundo.
Tras el aumento, la gasolina de 91 octanos quedó en 1 bolívar por litro (0.1 dólares) y la de 95 octanos en 6 bolívares por litro (0.6 dólares) y, según Maduro, sigue siendo la “más barata del mundo”.
A pesar de ello, el mandatario pidió a los venezolanos surtir sus vehículos con gasolina de 91 octanos en vez de 95 octanos, ya que esta última es más costosa de producir para PDVSA.