Goldman Sachs proyectó que los metales, en particular el cobre y el aluminio, registrarían un desempeño inferior al del petróleo en el corto plazo ante un débil crecimiento de la demanda global y la fragilidad de la economía china.
El banco afirmó que espera que el mercado petrolero se ajuste alrededor de mediados de 2016 y durante 2017, mientras que los mercados de metales se debilitarían aún más, lo que resultaría en una baja sustancial en los precios de los metales en relación al petróleo en ese periodo.
Goldman redujo en 8% su pronóstico para el precio promedio del cobre en 2016, a US$4.339 por tonelada, y en 11% sus previsiones en 2017, a US$4.000, citando la actual debilidad de la demanda global y de China y más deflación de costos.
La entidad dijo que sigue viendo un mercado de aluminio bajista en medio de fuertes suministros, y que los precios promediarían US$1.414 dólares en 2016 y US$1.350 por tonelada en 2017, respecto a una perspectiva anterior de US$1.525 y US$1.625 por tonelada, respectivamente.
En tanto, el banco dijo que espera que el zinc registre un desempeño significativamente superior al de otros metales y elevó sus previsiones de precios para 2016 a US$1.713 por tonelada, desde US$1.700 por tonelada por perspectivas de un déficit de suministros por reducciones y agotamientos en algunas minas.
El banco de inversión se mantiene pesimista respecto al oro ante la posibilidad de nuevas alzas en las tasas de interés este año en Estados Unidos y prevé que el paladio supere en desempeño al platino en los próximos 12 meses.