La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que su gobierno intensificará la lucha “casa por casa” contra el virus zika y se mostró convencida de que pronto habrá una vacuna contra este virus, sospechoso de causar malformaciones fetales.
”Va a ser un combate casa por casa, en el que el gobierno va a poner mucho empeño”, aseguró la mandataria en Quito tras reunirse con su par de Ecuador, Rafael Correa, en el marco de la IV cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
“Aunque todavía hoy no tenemos una vacuna, estoy segura de que la vamos a tener, pero va a llevar un tiempo”, declaró la mandataria a medios brasileños sobre el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti, asociado a una explosión de casos de bebés con microcefalia y del cual su país es el más afectado.
Por el momento no hay vacuna ni medicamento para combatir esta enfermedad, ni tampoco forma de prevenirla, salvo evitar las picaduras del mosquito vector.
“La mejor vacuna contra el virus del zika es el combate de cada uno de nosotros, del gobierno, pero también de la sociedad, eliminando todos los focos en los que vive y se reproduce el mosquito. Cuanto más agua estancada hay, más se reproduce ese mosquito, y nosotros no podemos dejarlo nacer” , aseguró Rousseff.
El Aedes aegypti, que trasmite también dengue y chicunguña, ya está presente en 21 de los 55 países y territorios de las Américas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) , que prevé una expansión del virus zika por todo el continente americano. En los últimos meses hubo un fuerte aumento de los casos de zika en América Latina, especialmente en Brasil, provocando alarma en particular entre las embarazadas.
El lunes, el ministro brasileño de Salud, Marcelo Castro, informó en una entrevista con el periódico O Globo de que cerca de 200.000 efectivos de las Fuerzas Armadas trabajarán “casa por casa” en la prevención del mosquito y anunció que el gobierno distribuirá repelente para al menos 400.000 mujeres embarazadas beneficiarias de planes sociales.
Los síntomas de este virus, que lleva el nombre del bosque de Uganda en el que fue descubierto en 1947, suelen incluir fiebre, dolores de cabezas y erupciones cutáneas.