La oposición venezolana prepara su estrategia para contrarrestar el nombramiento de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que hizo la mayoría chavista en el Parlamento saliente Mesa de la Unidad Democrática (MUD) evalúa tres escenarios: declarar nula la designación de magistrados, destituirlos, o cambiar la composición del TSJ para disminuir la influencia del chavismo, según explicó Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición opositora.
“No vamos a sustituir a magistrados de un color político por otro. Vamos a dar una lección de cómo trabaja un parlamento democrático”, apuntó.
En el primer caso, la mayoría opositora en la Asamblea Nacional (AN) podría declarar como “un acto nulo y en consecuencia sin efecto” el nombramiento de 23 magistrados principales y 21 suplentes que hizo el Parlamento chavista fuera del período ordinario de sesiones.
“Esas designaciones se hicieron fuera de los lapsos que establecen las normas y muchos de los nuevos magistrados no llenan el perfil requerido”, detalló Torrealba.
En el segundo escenario, el nuevo Parlamento reconocería como válidos los nombramientos para luego proceder a destituir a los nuevos magistrados. La tercera opción es “producir una reforma a la ley del TSJ y variar la composición de la sala, ampliando el número de magistrados para licuar la mayoría chavista que existe actualmente en el Poder Judicial”, ahondó Torrealba.
El vocero de la MUD aseguró que la oposición entrará en ese debate a partir del 5 de enero, cuando asuma la mayoría calificada de dos tercios (112 de 167 escaños), que le permitiría remover funcionarios, buscar una salida anticipada del presidente, aprobar reformas económicas y una amnistía para presos políticos.
El presidente Nicolás Maduro anticipó que vetará la amnistía y que el chavismo responderá a cada acción de lo que llama la “Asamblea burguesa” , exhortando incluso a “rebelarse” contra ella.
Frente a la posibilidad de que se produzca un bloqueo institucional entre el Parlamento y los jueces el próximo año, Torrealba indicó que lo que existe es un “enfrentamiento entre la necesidad del país de tener una justicia útil y la de una élite que busca mantenerse en el poder como sea”.