El candidato opositor a la presidencia de Argentina Mauricio Macri, acusó al partido oficialista de generar miedo luego de un fin de semana cargado de ataques en redes sociales que advertían que le quitaría planes sociales a la población y que, tras una devaluación, su calidad de vida se vería desmejorada.
“¿Te imaginás sin techo? ¿Te imaginás el hambre? ¿Te imaginás de verdad volviendo para atrás? ¿Te imaginás de verdad si gana Macri? Que gane Scioli”, dice un spot publicitario, con imágenes de la crisis argentina del 2002, tuiteado por el dirigente político oficialista Luis D'Elía.
Macri, el alcalde de Buenos Aires y un defensor del libre mercado, desafió las encuestas de opinión al obtener los suficientes votos en las elecciones del 25 de octubre para impulsar una segunda vuelta contra el candidato del oficialismo, Daniel Scioli el 22 de noviembre.
“A pocos días del balotaje, el oficialismo despliega ahora una estrategia oscura de llenar de pesadumbre y de miedo a la población, con el único objetivo de asustarlos ante la posibilidad de cambiar”, dijo Macri a través de su cuenta de Facebook.
“Pero no va a funcionar (…) Ya nos dimos cuenta de que somos millones y millones. Ya abrimos los ojos y no los volveremos a cerrar”, agregó.
Scioli, del mismo partido político que la saliente Cristina Fernández dijo que su campaña no busca sembrar el miedo, sino recordarle a los votantes del riesgo de regresar a las políticas de libre mercado de la década del 90, que a su juicio generaron la crisis que se desató en el 2002.
En la televisión pública, un comentarista deportivo sugirió el sábado que Macri le devolvería los derechos de transmisión de los partidos de fútbol a canales de cable pagos, una franquicia que terminó cuando Cristina Fernández implementó en el 2009 “Fútbol para Todos”.
“¿Vas a volver a pagar para ver? Piénsalo bien”, preguntó el relator Javier Vicente durante la transmisión de un encuentro del deporte más popular del país.
Alabada por muchos por ampliar la red de seguridad social pero odiada por líderes empresariales por imponer fuertes controles a la economía, Fernández no puede buscar un tercer mandato consecutivo porque la Constitución lo prohíbe.
Al cierre de la semana pasada Scioli dijo que Macri planea “una fuerte devaluación, que significaría una pérdida de poder adquisitivo de los salarios en términos reales”. Macri dice que el peso de Argentina está sobrevaluado, pero no ha indicado un plazo para una eventual devaluación.
Ningún candidato respalda un fuerte ajuste fiscal que Wall Street dice es necesario luego de años de alto gasto público bajo la administración de Fernández.
La presidenta apoyó sin total convicción a Scioli, un candidato más amigable con los mercados, a principios de este año. Si bien tanto la presidenta como el gobernador de la provincia de Buenos Aires pertenecen al mismo partido, Fernández se encuentra más a la izquierda que el candidato presidencial.
La prensa local ha publicado sobre un incremento de las tensiones entre los asesores de Fernández y Scioli desde su decepcionante resultado en la primera vuelta de las elecciones del 25 de octubre.