El escritor Mario Vargas Llosa señaló que atacar a los inmigrantes en un país como Estados Unidos, que fue “construido” por ellos, es una “contradicción” y una “gran insensatez”, que “agravia” la mejor tradición del país.
El escritor, objeto de un tributo en el Festival Internacional de Literatura que se celebra en Houston (Texas), señaló que las críticas a los inmigrantes hechas por el precandidato republicano Donald Trump “están impregnadas de racismo, que es siempre una fuente de violencia terrible”.
“Hay que ser sumamente severos contra quienes, como él (Trump), apelan a esos prejuicios y lugares comunes que presentan a los inmigrantes como un enemigo, como un peligro para la salud social”, manifestó en rueda de prensa el premio Nobel de Literatura.
El autor de “La casa verde” destacó que “el mundo vino a Estados Unidos, y el mundo entero ha colaborado en la creación de un país que está a la cabeza de la modernidad”, lo cual refuerza la idea de que “la inmigración siempre ha traído más beneficios que perjuicios a las sociedades receptoras”.
Vargas Llosa se refirió a la situación de Venezuela, un país que está controlado por un “régimen autoritario” que se encuentra “al borde del abismo” y cuya existencia es “un peligro para el resto de América Latina”.
“El chavismo es un llamado de atención para el resto de América Latina para no caer en el populismo y en el delirio mesiánico”, manifestó el escritor, tras celebrar el “fracaso” de las “ambiciones ecuménicas” de ese movimiento de querer “llevar la revolución del siglo XXI a toda la región”.
El novelista deploró que en el país latinoamericano “las voces críticas encuentran cada vez menos espacios para manifestarse” y no dudó de que si hubieran “elecciones libres” la oposición ganaría “y quizás el país comenzaría a enderezar”.
Vargas Llosa, que como parte de este festival participará en varias actividades en la Universidad Rice, afirmó que en América Latina “hay una literatura brillante y de mucha originalidad”, pero que persigue principalmente “entretener” y generar “un efecto pasajero y superficial en los lectores”.
“La cultura de nuestro tiempo está cada vez más orientada hacia el entretenimiento y la diversión”, lamentó el escritor, quien agregó que “la influencia de la cultura de la imagen” de nuestros días tiene una “fuerza arrolladora” y, ante ella, “la literatura siempre estará derrotada” y relegada a una “minoría grande” que puede “encogerse cada vez más”.
“Si la literatura queda muy marginada, creo que una fuente riquísima de lo que es el progreso humano va a verse cegada”, advirtió Vargas Llosa, que lamentó la “creencia equivocada de que la literatura es una especie de placer suntuario” y que, por tanto, no se debe inculcar para formar “un ciudadano de nuestro tiempo”.
Nacido en Arequipa (Perú), en 1936, Vargas Llosa recibió el premio Nobel en 2010 por el conjunto de su obra, veinte años después de que lo obtuviera otro latinoamericano, Octavio Paz, en 1990.
Las novelas que le catapultaron a la primera fila de las letras en español fueron, entre otras, “La Casa Verde”, “La ciudad y los perros”, “Conversación en la catedral”, “La tía Julio y el escribidor” o “La fiesta del chivo”.
El Festival Internacional de Literatura es organizado por la Casa Cultural de Las Américas (CCA) y cuenta con escritores invitados de Argentina, Colombia, Ecuador, México, Perú, Estados Unidos y Uruguay.