Las encuestas de opinión pública en Argentina acertaron, en efecto el 22 de noviembre habrá una segunda vuelta para elegir al sucesor del presidente Cristina Fernández, tras los resultados de la jornada electoral de este domingo. Pero fue en lo único, pues en el resto erraron y feo, al menos en aquellas muestras que se hicieron públicas.
El opositor Mauricio Macri apenas fue superado por el oficialista Daniel Scioli, tras el escrutinio del 90% de las mesas de votación y por poco menos de dos puntos porcentuales: 36.33% a 34.80%, Los resultados sorprendieron a los propios actores y a los analistas políticos, a lo que se sumó un retraso considerable, de varias horas, en el anuncio de los resultados parciales oficiales, generando inquietud y hasta sospecha.
El tercero en disputa entre los candidatos con mayores chances, el disidente peronista Sergio Massa, (43), se mantuvo en el entorno del 21% del voto, pero podría convertirse en noviembre en el árbitro de un resultado tan ajustado, además de referencia del movimiento justicialista en vista de la pobre performance de Scioli, y por encima de todos, la adebacle del candidato oficialista a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el actual jefe de gabinete y matafuegos del presidente, Aníbal Fernández.
En efecto, el verborrágico Aníbal se convirtió en el mariscal de la derrota a manos de la candidata de Macri, María Eugenia Vidal quien, con el 80% de las mesas escrutadas cosechaba una ventaja de cuatro puntos porcentuales: 39,75% contra 34.77%.
Por tanto Vidal va camino a hacer historia y ser la gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, baluarte tradicional del peronismo y donde esta agrupación no perdía desde 1983, año del retorno de la democracia a Argentina.
Y para Aníbal, tras cuernos palos, el Frente para la Victoria (FpV) oficialista perdió las intendencias de Quilmes y Morón, los terruños de los integrantes de la fórmula a gobernador y vice, Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, respectivamente.
En Quilmes, el kirchnerista Francisco ‘Barba‘ Gutiérrez cayó frente ex jugador de handball Martiniano Molina, de Cambiemos. Y en Morón el hermano de Sabbatella, Martín era derrotado por el marido de María Eugenia Vidal.
A su vez en La Plata, sede del Ejecutivo de la provincia de Daniel Scioli, también ganó el frente Cambiemos de Macri: Julio Garro superó al intendente Pablo Bruera y por primera vez en 24 años la capital dejará de tener un intendente peronista a partir del 10 de diciembre próximo.
Así en la madrugada del lunes y según los adelantos oficiales, la fórmula Daniel Scioli alcanzaba 36.33% de votos y Macri-Gabriela Michetti sumaban el 34.80%, en tanto que Sergio Massa, de UNA, consolidó el 21,25%. En otras palabras el frente Cambiemos sumó casi 6 puntos desde las primarias de agosto, mientras que el FPV sufría una merma de 3 puntos.
Las encuestas adelantaban que a Scioli le iba a costar mucho alcanzar el 40% de los votos (rondaba 38%/39%), pero que tenía una cómoda diferencia sobre Macri, casi de diez puntos. Si se alcanza el 40% y diez puntos sobre el segundo, se evita la segunda vuelta presidencial en Argentina.
La gran elección de Macri se basó en el importante resultado en la provincia de Buenos Aires, donde achicó la diferencia con Scioli a tan solo cuatro; a lo que sumó victorias en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Jujuy.
Pasando raya, los grandes ganadores de la jornada fueron Macri y Gabriela Michetti con el casi empate con Scioli y perspectivas significativas para el balotaje si sabe negociar bien con Massa.
Igualmente importante y la gran sorpresa María Eugenia Vidal quien logra un resonante triunfo para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, baluarte indiscutido del Peronismo.
Sergio Massa, quien esta semana se reúne con sus candidatos electos para decidir en un programa de puntos, seguramente para negociar en la segunda vuelta, además de erigirse como referencia obligada sino jefe del peronismo tras el fracaso de Scioli y Aníbal Fernandez.
Otros victoriosos, Gerardo Morales que ganó la gobernación de la provincia de Jujuy, desplazando al Kirchnerismo y la familia Kirchner en su provincia de Santa Cruz, donde la Tía Alicia ganó la gobernación y su sobrino e hijo de la presidenta Cristina Fernandez, Máximo será diputado nacional. Si bien numéricamente de poco peso los dos acontecimientos tienen gran impacto.
Entre los perdedores se debe comenzar por Cristina Fernández ya que un 65% del electorado votó en contra a su proyecto de 'década ganada', además del hecho que el armado de la mayoría de las listas, incluyendo Scioli, Zannini y Aníbal Fernández fueron de su capricho y arrogancia.
Otro perdedor pero que ya venía en caída libre es Hermes Binner, ex intendente de Rosaio, primer gobernador socialista de Santa Fé, diputado y candidato presidencial. Su intento de una banca al Senado lo vio desdibujado en cuarta posición.
Finalmente se abre a partir de este lunes una semana de febriles negociaciones alistándose para la disputa del 22 de noviembre, en tanto el mal herido gobierno de Cristina Fernández con sus planes pulverizados deberá buscar como presentarse ante la opinión pública en estos últimos momentos de su reinado de doce años.
Para Scioli, si actúa con inteligencia y aprovecha a distanciarse del Kirchnerismo y probar que efectivamente está liberado de compromisos y sumisiones a Cristina Fernández, podría resurgir.
Por otro lado hay que aguardar los resultados definitivos para ver como se conformará el nuevo congreso, tanto en Diputados como Senado, sin los bloques mayoritarios de la era Kirchner, y que anticipan un mayor papel para el Legislativo.
Por anuncios oficiales de la elección: www.resultados.gov.ar