El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, realizó un llamado a reescribir la reglas del mercado, con una mayor participación del Estado en la economía, para canalizar el ahorro financiero hacia el desarrollo sostenido, entre otras propuestas.
Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, participó en el Seminario Reformas Estructurales, desigualdad y crecimiento en el marco de la cumbre de la Asamblea Anual conjunta del FMI y Banco Mundial.
El economista, que celebró en Lima la votación de Naciones Unidas de nueve principios como un importante paso para frenar el accionar de los fondos especulativos ('buitre'), consideró que para el desarrollo de los países y para bajar la desigualdad, tanto en países centrales como en vía de desarrollo, requiere un fuerte rol del Estado.
Dijo que si bien en muchos países es mala palabra aumentar impuestos, creo que se deberían aumentar impuestos en EEUU; a nadie le gusta pagar, pero si uno quiere inversiones en infraestructura, tecnología y demás son bienes comunes, son bienes públicos, lanzó el Nobel, quien mantuvo un encuentro con el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, donde dialogaron sobre los logros alcanzados en torno a marcos legales para las deudas de países.
En segundo lugar, opinó que quizá sea necesario crear otros marcos legales económicos para que los países en desarrollo obtengan valor de los recursos naturales. Hoy países como en África, donde reciben sólo una fracción de esos recursos.
Además, realizó un llamado a canalizar el ahorro financiero hacia el sector productivo, de la mano del sector público. Hay muchísimo ahorro;. el problema reside que el sector privado financiero tiene la mira muy corta, nunca invierten a largo plazo, no invierten en la gente, tienen una mentalidad a corto plazo, dijo.
Y lanzó: tenemos que cambiar la manera en que se maneja economía en Estados Unidos, no sólo para se aumenten ahorros sino que se empleen de manera más productiva.
Opinó que la desigualdad es una decisión de cómo estructuremos le economía y la sociedad, y esto significa que para reducirla, las reglas del juego tienen que cambiar.
Puso como ejemplo de lo anterior la respuesta dada frente a crisis por países como Grecia y España, que eligieron un modelo que golpea al empleo, sobre todo los de los jóvenes.
Las políticas de ajuste, son políticas que se impusieron en estos países y dieron como resultado estos niveles sobre desigualdad, disparó.
Las reformas más eficientes para conseguir equidad dependerán de la etapa de desarrollo de cada país. En el marco general tenemos que reescribir las reglas del mercado que suponen decisiones políticas y económicas, dijo el Nobel.
Por último, Stiglitz opinó que los empleados deben participar en decisiones claves de la compañía, donde la mujer tenga un rol igualitario y se cuiden las condiciones laborales, como un transporte adecuado para desplazamiento al centro laboral.