MercoPress, in English

Martes, 23 de abril de 2024 - 11:18 UTC

 

 

Cardoso culpa a Lula da Silva y al 'lulopetismo' de la crisis en Brasil

Viernes, 2 de octubre de 2015 - 09:07 UTC
“No fue Dilma la que se equivocó, sino Lula da Silva, porque fue quien la eligió. Además bajo Lula fue cuando se empezó a tejer toda esta trama de corrupción” “No fue Dilma la que se equivocó, sino Lula da Silva, porque fue quien la eligió. Además bajo Lula fue cuando se empezó a tejer toda esta trama de corrupción”

La presidenta Dilma Rousseff es un accidente del “lulopetismo”, y nadie intenta dar un golpe de estado, y en todo caso la opinión mayoritaria de los brasileños es que en un gesto de grandeza se baje de las responsabilidades que la han sobrepasado, sostuvo el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, durante la presentación del libro de su autoría “La miseria de la política; Crónicas del Lulopetismo y otros escritos”.

 “No fue Dilma la que se equivocó, sino Lula da Silva. En primer lugar porque fue él quien la eligió. Segundo, porque durante el gobierno de Lula fue cuando se empezó a tejer toda esta trama de corrupción y acomodos”, dijo Cardoso quien gobernara Brasil entre 1995 y 2002.

El ex presidente dijo que en efecto cuanto el PT llega al poder canalizó aspiraciones legítimas del pueblo brasileño, pero Lula fue “capturado” y “absorbido” por la cultura tradicional del país y lamentó que el ex líder sindical no haya podido cambiar ese escenario. “Tuvo la oportunidad de consolidar una nueva política en Brasil, pero no lo hizo”.

”En efecto, el 'lulopetismo' (seguidores de Lula y el PT), es mucho más grave que Dilma, y aquí no hay golpe de estado, quienes sufren la crisis no quieren dar un golpe, quieren librarse de ella y quieren esperanza“.

En la presentación del libro que es una recopilación de escritos y notas periodísticas entre 2002 y 2010, Cardoso recordó la época en la que respaldó la candidatura de Lula a la presidencia, en 1989, y el apoyo recíproco recibido por el ex líder obrero para su propia aspiración en el Senado.

En su recuento, el ex mandatario dijo que en 2002, cuando Lula fue elegido, la incertidumbre con la llegada de un líder de izquierda se apoderó de los mercados y el mismo Cardoso, antes de entregar el poder, realizó una campaña internacional, ”con un esfuerzo enorme“, a favor de su sucesor para tranquilizar a otros países.

Así, Cardoso lamentó el distanciamiento con Lula, un hecho que ahora se tornó mayor con ambos líderes políticos en partidos opuestos, y señaló que al margen de los escándalos de corrupción que salpican al gobernante PT, su sucesor todavía tiene liderazgo ”a pesar de estar en declive“.

”En estas circunstancias hay que tener líderes que asuman”, apuntó el ex gobernante, quien le pidió a su formación, el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), “que no se olvide de la inclusión social” y asuma “un discurso que englobe a todas las clases”, similar a la ideología del PT.

Sin embargo, Cardoso aclaró que a pesar de ese “parecido” con el PT, el PSDB “es diferente en el manejo del aparato estatal”.

En lo personal, Cardoso expresó que está siempre dispuesto a sentarse con Lula para hablar del futuro del país y de soluciones a la crisis, aunque advirtió que ahora tendría “recelo” y prefiere hablar con él cuando “pasen las investigaciones” por el escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras.

A juicio de Cardoso, Lula “está perplejo” por el caso Petrobras y sus consecuencias en el actual gobierno, porque fue él quien escogió a Rousseff como su sucesora y las corruptelas comenzaron cuando todavía era mandatario.

En su exposición, el ex jefe de Estado pidió diferenciar entre el “presidencialismo de coalición” y el presidencialismo de corrupción“ y criticó a Rousseff, quien en su campaña a la reelección, el año pasado, omitió o desconocía informaciones sobre la realidad económica de país.

”El Gobierno sabía, tenía información que la situación estaba empeorando, cualquiera con alguna noción de economía sabía, pero ella (Rousseff) se entregó a la propaganda electoral y ahora lo que tiene que decir es que no sabía, así como no percibió lo que pasaba en Petrobras“, resaltó.

A pesar que ”el PT cometió muchos errores, con una corrupción sistemática e institucionalizada“, Cardoso reconoció que esa formación ”canalizó aspiraciones sociales y legítimas y por eso no es para tirar al PT a la basura”.

Categorías: Política, Brasil.