La petrolera estatal brasileña Petrobras elevó el precio de la gasolina en 6% y del diesel en 4% en las refinerías de Brasil a partir de este miércoles 30 de setiembre. El hecho tiene lugar en momentos en que Petrobras lucha con una fuerte carga de deuda, el declive en los precios del petróleo y un escándalo de corrupción.
Durante años Petrobras fue obligada a importar gasolina (por insuficiencia de capacidad de refinanciación), y la vendió localmente con una pérdida a fin de ayudar al gobierno a mantener controlada la inflación. Lo que en términos financieros se llama descalce: compra en moneda fuerte y venta en moneda débil.
Pero la política llevó a miles de millones de dólares en pérdidas y contribuyó a convertir a Petrobras en la petrolera más endeudada del mundo. Llevar los precios locales de los combustibles en línea con los niveles internacionales es vital para apuntalar las finanzas de Petrobras y permitir a la compañía vender activos de refino, dijeron previamente a Reuters fuentes con conocimiento directo del asunto.
Aunque los precios internacionales de los combustibles han caído drásticamente, un debilitamiento de un 35% del Real frente al dólar este año ha significado que los precios en las gasolineras de Brasil siguen siendo bajos. El aumento de los precios podría dar impulsar adicionalmente a la ya elevada tasa de inflación en Brasil, que los economistas predicen llegará a un 9,5% en el 2015.