La situación en Venezuela, su crisis fronteriza con Colombia y la condena al líder opositor Leopoldo López, así como la de los refugiados, la oleada de sirios rumbo a Europa, centraron la segunda sesión de 2015 del Parlasur celebrada en Montevideo.
La primera parte de la sesión, destinada a “intervenciones libres”, se centró en el debate acerca de la decisión del Poder Judicial venezolano de condenar a López a casi 14 años de cárcel al declararlo culpable de haber incitado a la violencia en una marcha antigubernamental que tuvo lugar el año pasado en Caracas y en la que murieron varias personas.
Durante la sesión, que tuvo lugar en la sede del Parlasur participaron parlamentarios de los países que integran el Mercosur; Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela más Bolivia, en proceso de adhesión y con dos representantes en el encuentro.
La presidenta de la Comisión de Ciudadanía y Derechos Humanos del organismo, la argentina Julia Perié, señaló que antes de fin de año se hará en Venezuela una “audiencia pública” para analizar la situación y que en ella participarán organizaciones estatales y civiles vinculadas a la defensa de los derechos humanos.
El parlamentario paraguayo Eduardo Bernal fue el más crítico con la decisión del Poder Judicial del país caribeño al indicar que López es un “preso político” que sufrió “ un juicio amañado”.
Sus palabras fueron apoyadas por el parlamentario brasileño Edio Lopes y el paraguayo Emmanuel Friedman y, en el mismo sentido, se manifestó la uruguaya Susana Montaner. Por su parte, el parlamentario venezolano Christian Zerpa defendió la legalidad del proceso judicial y alegó que se celebraron 71 audiencias durante el mismo.
En cuanto a la crisis entre Venezuela y Colombia, la parlamentaria venezolana Tania Díaz justificó el cierre de 219 kilómetros de frontera entre ambos países al considerar que desde el Gobierno colombiano se han apoyado acciones que atentan contra la moneda venezolana y que fomentan el contrabando en perjuicio de su país.
En la sesión también se aprobó, con una amplia mayoría, una declaración en la que los países que lo integran muestran su “repudio” por las actitudes “xenófobas” de los países que cierran sus fronteras a los refugiados.
Ortega valoró como “muy importante” este pronunciamiento acerca del “drama que están viviendo cientos de miles de personas en el Mediterráneo que (...) están huyendo para salvar su vida”.
El presidente de la Cámara se refirió también a la idoneidad de la otra declaración que se aprobó en el Parlasur, que supone un respaldo a “la democracia y garantía de los procesos electorales en la región”.
En el documento se reconoce y valora el papel del Mercosur, la Unasur y de la Celac en “la búsqueda del consenso y soluciones propias a los problemas de sus Estados miembros”.
El Parlamento del Mercosur solo puede realizar recomendaciones a sus países miembros ya que no tiene competencia legislativa y, a pesar de que según sus estatutos estipulan que debe reunirse en sesión ordinaria al menos una vez al mes, esta es la segunda vez que se reúne en 2015 tras la sesión del pasado 17 de agosto.