Mario Benjamín Menéndez, el general argentino que en 1982 encabezó las tropas derrotadas en la guerra de las islas Falklands/Malvinas por una Fuerza de Tareas del Reino Unido, murió este viernes a los 85 años en Buenos Aires a raíz de una enfermedad.
El 2 de abril de 1982, el entonces dictador argentino Leopoldo Galtieri mandó a las fuerzas armadas a invadir y ocupar las islas en el Atlántico austral. ¡Si quieren guerra, tendrán guerra los ingleses!, bramó desde el balcón de la Casa Rosada y en la plaza de Mayo 80 mil argentinos bullían de triunfalismo nacionalista vivando al tirano.
Ante ese panorama, la entonces primer ministra Margaret Thatcher, la dama de hierro, no lo pensó dos veces y envió una Fuerza de Tareas combinada a recuperar el archipiélago habitado por descendientes de británicos desde hace nueve generaciones, actualmente un Territorio Británico de Ultramar
Los combates comenzaron el primero de mayo con los primeros bombardeos de los británicos y veinte días después la infantería británica desembarcó en el archipiélago.
Estados Unidos entonces bajo el presidente Ronald Reagan intentó mediar en el conflicto pero no convenció ni a Galtieri ni a Thatcher, y Londres derrotó a los invasores argentinos tras 74 días de ocupación. Menéndez se rindió ante el general británico Jeremy Moore y firmó la capitulación del 14 de junio de 1982. En el campo de batalla murieron 655 argentinos, 236 ingleses y tres isleños.
No estábamos preparados para combatir en una isla, admitió Menéndez en 2012, al cumplirse 30 años del enfrentamiento. Y consideró que Malvinas fue una guerra imprevista e improvisada porque no se había pensado en la alternativa de una guerra.
El ex gobernador militar de Malvinas admitió que los soldados que estaban a su mando pasaron hambre y frío. Hubo casos severos de desnutrición confió y reveló que hasta rechazó que le enviaran refuerzo de tropa desde el continente porque no teníamos comida.
El fallecido general era miembro de una familia de militares que alcanzó notoriedad cuando su tío, el general Benjamín Menéndez, encabezó en 1951 una fallida intentona golpista contra el presidente constitucional Juan Perón
Fue Subjefe del primer Cuerpo de Ejército, designado gobernador de las islas australes y jefe del comando conjunto de las tropas desplegadas, donde trazó una estrategia defensiva que fue luego muy criticada por el informe Rattembach, que juzgó el pobre desempeño militar, carente de todo apoyo naval y paulatinamente sin respaldo aéreo.
En las fotos de época se lo ve a Menéndez siempre atildado y peinado a la gomina, munido como otros generales y oficiales de alto rango con un buen abrigo que contrastaba con el pobre equipamiento de los conscriptos movilizados y sumergidos en los “pozos de zorro” inundados.
La historia le asigna también haber disparado la famosa frase “que venga el principito” cuando se supo que el heredero real británico Andrew estaba embarcado junto a la fuerza de tareas comisionada para recuperar las Islas.
La familia tuvo otro exponente notable en su primo hermano, el general degradado Luciano Benjamín, apodado “Cachorro” y tres años mayor, hoy con siete condenas a prisión perpetua por los crímenes de lesa humanidad que cometió como comandante del Tercer Cuerpo de Ejército a partir de 1976.