El ministro de Energía de Brasil, Eduardo Braga, minimizó la decisión de Standard & Poor's (S&P) de rebajar la nota de Petrobras y afirmó que para la estatal lo peor ya pasó, en alusión a la corrupción detectada en su seno.
La calificación de Petrobras es consecuencia de la nota del país, dijo Braga en referencia a la nota de Brasil, que la misma agencia rebajó al nivel BB+, considerado como de bono basura, lo que también supuso retirarle el grado de inversión que califica a los buenos pagadores y que Brasil ostentaba desde 2008.
Un día después de revisar hacia abajo la nota de Brasil, S&P llevó la nota de Petrobras al nivel BB, que considera a los bonos de la empresa como un activo especulativo. Según dijo Braga a periodistas, es una situación pasajera, ya que Petrobras se mantiene con números robustos y está en pleno proceso de recuperación.
El ministro sostuvo que el Gobierno está optimista sobre el futuro de la mayor empresa del país, que desde hace más de un año y medio es el centro de una investigación por corrupción en la que están implicados medio centenar de políticos y una veintena de grandes compañías privadas.
En alusión al impacto de esas corruptelas, que según Petrobras propiciaron el desvío de más de 2.000 millones de dólares durante la última década, Braga sostuvo que lo peor ya pasó y que la empresa ha retomado su ritmo de actividad habitual.
También restó importancia al hecho de que la rebaja de la nota por parte de S&P pueda afectar la capacidad de Petrobras de obtener financiación externa.
Como la propia Petrobras ya ha explicado, toda su demanda de contratos de financiación está resuelta para el mediano y largo plazo, por lo que la empresa seguirá atendiendo los desafíos que tiene por delante y continuará con el proceso de reestructuración de sus negocios, afirmó.