Haití retomó el orden constitucional al organizar las primeras elecciones legislativas desde 2011, pero la consulta estuvo marcada por incidentes violentos, retrasos en la apertura de los centros de votación y una baja participación.
El Consejo Electoral Provisorio (CEP) se declaró sin embargo, en la noche del domingo, “en términos generales satisfecho”, aunque admitió que incidentes y actos de sabotaje afectaron la primera vuelta de las legislativas.
Pierre Louis Opont, el presidente del CEP, explicó en conferencia de prensa que “4% de los centros de votación se vieron afectados por actos de violencia”, lo que obligó a su cierre antes de la hora prevista. Según estimaciones de Opont, unos 290.000 electores no pudieron votar.
Antes del miércoles, el CEP decidirá si se organizará una nueva votación en las circunscripciones afectadas.
Tras negarse a brindar una estimación sobre la tasa de participación, Opont admitió que “no hubo aglomeración” de electores en los centros de votación. Tampoco ofreció un balance de los actos de violencia que ensombrecieron la jornada electoral.
Tres centros habrían sido incendiados en Savanette (centro), según la presidenta del partido opositor Fusion, Edmonde Supplice Beauzile.
Se trata de la primera elección desde 2011, debido a la profunda crisis entre el presidente Michel Martelly y la oposición.
El país más pobre del continente americano sufre una historia de inestabilidad crónica y todavía lucha por recuperarse del devastador terremoto de 2010. El desastre dejó más de 250.000 muertos y destruyó gran parte de su infraestructura.
La gran cantidad de candidatos -un total de 1.855, que aspiran a 139 escaños parlamentarios- sumada a una ola de violencia que empañó la campaña política y la tradicional baja concurrencia a las urnas retrasaron la apertura de los centros de votación.
“A pesar de los incidentes en algunos centros de votación, en general los problemas se corrigen”, declaró Elena Valenciano, jefa de la misión de observación electoral de la Unión Europea.
El sábado la policía -que movilizó a más de 7.000 agentes en todo el país- detuvo en el centro de Haití a una veintena de personas por porte ilegal de armas.
El miércoles, la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) advirtió de un “clima de terror” en el país, al dar cuenta del saldo de los tres meses de campaña electoral: “Nueve enfrentamientos armados, cinco asesinatos, dos intentos de asesinato, siete heridos de bala, dos heridos de arma blanca, 17 heridos por lanzamiento de piedras y diez casos de enfrentamientos a palazos”.
Empero el sábado en un comunicado especial el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, animó a los haitianos a votar.
“Estas elecciones tan esperadas constituyen una gran etapa para la democracia en Haití”, señaló Ban en un comunicado, llamando a “elecciones creíbles, inclusivas y transparentes”.
Pero según encuestas preelectorales, la participación difícilmente superaría el 15%. En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2011 fue menor al 25%.
“El nivel de participación, sobre todo cuando se trata de elecciones legislativas, es muy bajo”, admitió por su parte José Enrique Castillo Barrantes, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Tenemos cierta esperanza de que el nivel aumente en algo. Esperamos llegar al menos al 20%”.
Con esta votación Haití da inicio a un largo proceso electoral que concluirá en diciembre con la segunda vuelta de las presidenciales. Los resultados de esta primera vuelta de las elecciones legislativas se conocerán el 19 de agosto. Los partidos y candidatos dispondrán de tres días para presentar demandas y, tras deliberación de los tribunales electorales, las cifras definitivas se publicarán el 8 de septiembre.