El ex candidato presidencial venezolano Henrique Capriles instó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a enviar una misión del ente regional para dar “plenas garantías” a los comicios de diciembre. En tanto desde Caracas el presidente Nicolás Maduro dijo que Almagro tiene que decidirse “no puede estar con dios y con el diablo”.
”Es importante que la OEA sepa la magnitud de la crisis que hay en nuestro país para que se insista, y todos los Estados que forman parte de la OEA insistan, en la necesidad de que haya un acompañamiento” electoral, dijo Capriles.
“Queremos ir a unas elecciones que tengan plenas garantías para los venezolanos”, dijo Capriles, quien destacó la desconfianza de la población hacia el árbitro electoral y la necesidad de una supervisión internacional.
Por más de dos horas Capriles alertó a Almagro sobre la “peor situación” en la historia de Venezuela, recalcando la crisis económica provocada por la escasez y la inflación, y la inestabilidad política por las recientes inhabilitaciones de candidatos opositores.
Capriles, que se reunió con Almagro en la sede de la OEA en Washington, recalcó que los expertos electorales del organismo deben ser primero invitados por el organismo electoral venezolano para poder asistir a los comicios.
El plazo de esa invitación vence a finales de septiembre, casi dos meses antes de los comicios del 6 de diciembre, dijo el líder opositor, que perdió las elecciones ante el presidente Nicolás Maduro en marzo de 2013.
“Vamos a insistir a que se dé la observación”, apuntó el también gobernador del rico estado de Miranda (norte).
Almagro no se pronunció inmediatamente sobre la reunión, pero ya hace un mes había reiterado la disposición de la OEA a enviar una misión de observación a los comicios venezolanos. Hasta ahora la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) es el único organismo internacional convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como “acompañante electoral” para los comicios.
Por ley, las funciones del acompañante electoral —que reemplaza al observador internacional— se limitan a hacer recomendaciones sobre los comicios.
El 6 de diciembre los venezolanos deberán renovar los 165 escaños de la Asamblea Nacional, actualmente controlada por 99 diputados oficialistas.
Desde Caracas, y sin comentar el anuncio de Capriles, al que acusa de tener “planes de violencia conspiradora”, Maduro pidió que se le pregunte telefónicamente a Almagro, “si va a trabajar para América Latina y el Caribe o para Washington”.
“Aquí no se puede estar bien con dios y con aquello. O se está con los pueblos o se está con el imperio. Así de sencillo. Díganselo a Almagro de parte mía”, pidió a funcionarios presentes en el acto.
“Es importante aclarar” si Almagro “va a impulsar la democracia, el respeto a los pueblos y a condenar las conspiraciones o va a seguir el mismo jueguito (...), la misma línea intervencionista de la derecha y de (el chileno José Miguel) Insulza”, su antecesor al frente de la OEA, agregó el gobernante venezolano.
“La OEA tiene 67 años de creada y no sirve para nada. La OEA lo que ha hecho es aprobar invasiones, golpes de Estado” y en su secretaría general “hay un maleficio” que convierte a esa instancia en “una guarida de conspiración contra los procesos progresistas nobles, revolucionarios y auténticamente populares”, remató.