Los ministros de Finanzas y los jefes de los Bancos Centrales de los países Brics (Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica) alertaron en Moscú de la creciente incertidumbre en las perspectivas de crecimiento de la economía mundial.
Los responsables de Finanzas y Bancos Centrales se reunieron en la capital rusa para preparar la cumbre que los jefes de Estado de estos cinco países emergentes celebrarán este jueves y viernes en la ciudad siberiana de Ufá.
Las perspectivas de crecimiento de la economía mundial se caracterizan por una creciente volatilidad y, como consecuencia, una alta volatilidad en los mercados financieros, señaló la jefa del Banco Central ruso, Elvira Nabiúlina. Los ministros coincidieron en la necesidad de desarrollar la cooperación en el ámbito financiero y destacaron que el Nuevo Banco de Desarrollo y el Fondo de Reservas de los Brics, dos organismos creados en 2014 y que serán lanzados en la cumbre de Ufá, contribuirán a este fin.
Los países Brics miran con preocupación tanto la situación en Grecia y en la Eurozona como la divergencia de las políticas monetarias que se observan en Estados Unidos, por un lado, y la Unión Europea y Japón, por otro.
Se espera que EE.UU. endurecerá su política monetaria, mientras que la UE y Japón siguen suavizando la suya. Esto tiene efectos divergentes que instigan la volatilidad en los mercados financieros, subrayó Nabiúlina.
En cuanto a Grecia, que en referéndum celebrado el pasado domingo dio un rotundo no a las recetas de austeridad que exigen los acreedores y socios europeos a cambio de un nuevo paquete de ayuda, los países Brics se pronunciaron por una solución que satisfaga a todas las partes.
Todos confiamos en que la situación en Grecia será resuelta y se logrará una solución aceptada por todos que estabilizará los mercados, apuntó Nabiúlina.
El Nuevo Banco de Desarrollo y el Fondo de Reservas de los Brics fueron creados en la pasada cumbre de Fortaleza (Brasil) en 2014 con la aspiración de convertirse en una alternativa al sistema financiero occidental. El Banco cuenta con un capital inicial de US$ 50.000 millones, de los que cada socio aportará una quinta parte, pero ya se ha autorizado una ampliación hasta los US$ 100.000 millones.
Tendrá su sede en Shanghái (China) y tiene por objetivo ayudar en la financiación de infraestructuras en países emergentes. A su vez, el Fondo de Estabilización estará dotado con US$ 100.000 millones, destinados a ayudar a los 5 países en caso de una crisis mundial. China ofrece la mayor parte del capital del Fondo, con US$ 41.000 millones, mientras que Brasil, Rusia y la India prestan US$ 18.000 millones cada uno y Sudáfrica los US$ 5.000 millones restantes.