Los ex-presidentes del Gobierno de España Felipe González y el ex presidente de Brasil Lula da Silva coincidieron en que las olas de protestas ciudadanas son una reacción a la “injerencia” de los mercados en el panorama político global.
Felipillo quien presidió el gobierno entre 1982 y 1996, se definió como un miembro de la “tribu” de la Internacional Socialista y señaló que la situación propiciada por el proceso de globalización “genera nuevos movimientos sociales”.
“El modelo económico de la globalización acumula riqueza en mayor proporción que la redistribuye”, afirmó González en Sao Paulo, donde este lunes participó en la conferencia “Nuevos desafíos de la Democracia”, organizada por el Instituto Lula y las fundaciones Friedrich Ebert y Perseu Abramo.
“En 1980, el Partido de los Trabajadores (PT) era un Podemos”, declaró Lula en referencia al recién creado partido político español que en los últimos tiempos se ha convertido en un referente para el llamado movimiento de los indignados.
Por su parte, el ex-mandatario brasileño, que gobernó entre 2003 y 2010, recordó cómo hace unas décadas las autoridades de su país “se pusieron nerviosas” cuando la gente comenzó “a salir a las calles con el PT”.
Los movimientos antiglobalización surgieron, dijo González, a partir del Foro de Sao Paulo, fundado en 1990 por movimientos de la izquierda latinoamericana y que profirió enérgicas condenas contra el neoliberalismo.
“La globalización muestra que, independientemente de las fronteras, se adoptan decisiones que nos impiden ejercer la soberanía nacional”, dijo González, quien señaló también que este “no es un proceso reversible, es una realidad”.
El ex-mandatario español acusó a la Unión Europea (UE) de estar redistribuyendo la riqueza “de forma equivocada” y criticó que el Banco Central Europeo no haya tomado medidas para fomentar la creación de empleo durante estos años de crisis, al contrario de lo que sí ha hecho la Reserva Federal estadounidense.
Lula se sumó a las críticas de González y apuntó que “excepto en Alemania”, los ajustes impuestos en Europa no han servido para disminuir los niveles de deuda.
González puso como ejemplo el caso de Grecia, que “perdió en cinco o seis años casi el 30 % de su PIB”.
De acuerdo con el ex-presidente español, la actitud inflexible de la UE provocó que “en diez días salieran de Grecia 4.000 millones de Euros de la clase media, mientras que Europa le pide 2.000 millones para alcanzar un acuerdo”.
El español no ignoró, sin embargo, la responsabilidad que el propio país heleno tiene en su actual situación, con un sistema de pensiones en crisis y con partidas presupuestarias que no se ajustan a sus necesidades, como puede ser la destinada a Defensa en un momento en el que no existen “amenazas reales”, apuntó.
“Los griegos llevan cuatrocientos años sin pagar impuestos”, dijo González, “porque esta era la manera de hacer patria contra el Imperio Otomano”.
González declaró que, ante este panorama de incertidumbre, sería interesante que se tuvieran en cuenta las medidas que se proponen en las redes sociales con el objetivo de crear “una democracia realmente participativa”.
“La velocidad a la que se mueve el Parlamento Europeo es menor a la velocidad a la que se mueven las redes sociales”, criticó. Por su parte, Lula hizo una llamada a las personas de “todo el mundo” para que “les guste la política, para que así participen y para que surjan nuevas alternativas”.