El ex-presidente brasileño Lula da Silva criticó la gestión de su sucesora y correligionaria Dilma Rousseff durante un encuentro con líderes religiosos celebrado el jueves en Sao Paulo, según publicó el domingo la prensa local.
Un artículo de portada, siempre citando frases textuales atribuidas a Lula, el diario O Globo de Río de Janeiro señaló que durante el encuentro con los líderes de varias religiones, el líder comentó que era un “sacrificio” convencer a Rousseff de viajar por el país.
En ese sentido, Lula puso como ejemplo al ministro de Ciudades, Gilberto Kassab, quien antes era de la oposición y al unirse al Gobierno de Rousseff ha recorrido en su gestión ministerial más estados que la propia mandataria y que otros ministros militantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Lula llegó a decir también que el Gobierno de su sucesora, su partido, ella y hasta él mismo estaban en el “volumen muerto”, en alusión al nombre técnico dado a las reservas de los embalses de Sao Paulo, que atraviesan por una grave crisis hídrica debido a la sequía del año pasado.
De igual manera, Lula llamó al gabinete de ministros de Rousseff de “Gobierno de mudos”, por el silencio frente a las coyunturas y por esa situación criticó en particular al ministro jefe de Casa Civil (Presidencia), Aloizio Mercadante, que es “un excelente orador”.
De acuerdo con el diario, Lula presentó un estudio en el que el PT es rechazado con un 75% en el cordón industrial de Sao Paulo, la región en la que nació el movimiento político en los años ochenta y cuyos municipios (Santo André, Sao Bernardo do Campo y Sao Caetano) han sido gobernados históricamente por la formación.
Entre los casi treinta participantes del encuentro celebrado en el Instituto Lula, apuntó el periódico, estaban el obispo Pedro Luiz Stringhini y el sacerdote y reconocido activista de adolescentes en riesgo Julio Lancelotti.
Sin confirmar su posible candidatura para las elecciones de 2018, Lula admitió que el PT debe volver a los principios de izquierda y de defensa social, dejados a veces de lado por la preocupación de mantenerse en el poder.
“Esa cosa se perdió”, aseveró Lula al respecto y manifestó también que después de la reelección el pasado 26 de octubre de Rousseff para un segundo mandato, el Gobierno no dio una “noticia buena” para el país e hizo un recuento de los problemas económicos y políticos de los últimos meses.
En ese recuento, criticó el espacio que ha ganado en la discusión política del país el “ajuste fiscal” propuesto por el equipo económico de Rousseff, que se da con apreciación del dólar, un aumento significativo de la inflación y de la tasa de intereses y previsiones de contracción de la economía en 2015.
El exjefe de Estado abordó también los escándalos de corrupción que implicaron al PT, el último de ellos por irregularidades y corruptelas en la petrolera estatal Petrobras y que para Lula es un asunto que el partido debe discutir en la esfera política más que en la jurídica.