El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que el organismo debe “entonar un mea culpa” por haber excluido a Cuba durante 47 años y prometió que en su mandato intentará “resolver las culpas” de la institución en relación al país caribeño.
“La OEA debe entonar un mea culpa porque no puede basarse en ningún tipo de exclusiones y menos de países cuando buscan su camino a través de su pacto social”, sostuvo Almagro en la jornada de diálogo con la sociedad civil previa a la 45ª Asamblea General de la OEA que se llevará a cabo los días 15 y 16 de junio en Washington.
Almagro se pronunció sobre Cuba en respuesta a varias intervenciones acerca de la situación política en la isla, entre ellas la de Rosa María Payá, activista cubana e hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá.
“Usted ha hablado aquí de ampliar derechos, yo le quiero preguntar si podemos esperar un pronunciamiento de la OEA que pida el fin de la impunidad en Cuba y Venezuela”, señaló Payá. “En mi país hace casi 70 años que no se celebran elecciones libres y plurales. Quiero preguntarle, ¿está usted a favor del derecho a decidir de los cubanos?”, añadió la activista en medio de una gran ovación de centenares de representantes de la sociedad civil.
Almagro evitó responder directamente a esta cuestión pero sí hizo reflexiones generales, sin citar países, con posibles lecturas tanto para situación política en Cuba como para la crisis en Venezuela, sobre la que otros activistas le pidieron que actúe.
“Toda exclusión de un sistema político no puede ser admitida, la base de la democracia es la participación de todos, el Gobierno pertenece al pueblo”, dijo Almagro. “No hay peor corrupción que suspender unas elecciones, porque le están sacando al pueblo lo más fuerte que tiene: la capacidad de decidir”, añadió.
Almagro afirmó asimismo que la OEA “debe involucrarse siempre que el funcionamiento de un sistema democrático se vea alterado o pospuesto, como ha pasado con elecciones que se han ido posponiendo en el tiempo”.
“Respecto a estos principios no hay un camino de neutralidad, hemos sufrido y sentido estas neutralidades, no podemos ser indulgentes al respecto”, dijo.
El nuevo secretario general, que tomó posesión el 26 de mayo, ha evitado hasta el momento cualquier declaración contundente sobre la situación política en Cuba y Venezuela, cuestiones ante las que acostumbra a decir que la organización “no debe servir para radicalizar conflictos pero debe proteger los derechos”.
Cuba lleva medio siglo en una suerte de limbo dentro de la OEA, ya que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado continuamente las violaciones de derechos humanos en la isla sin obtener respuesta alguna del Gobierno, tampoco después de levantarse su suspensión en 2009.
A este respecto, Almagro dijo que “cada cubano debe ver protegidos sus derechos civiles, políticos y económicos como el resto de ciudadanos de América”.
La reintegración de Cuba, el único de los 35 países del continente que no participa en la OEA, es uno de los objetivos clave del mandato de Almagro, que forjó buenas relaciones con el Gobierno de Raúl Castro en sus años de canciller de Uruguay (2010-2015).
“La bandera de Cuba está con las banderas de los países miembros, como ven, pero no se han establecido las condiciones de diálogo y trabajo conjunto que permitan a Cuba volver a esta organización. Hay debes del Gobierno cubano y debes de la OEA”, consideró.
“Esperamos en este tiempo poder implementar una agenda que permita solucionar eso, esperamos resolver las culpas de la organización, construir una agenda que permita las más amplias soluciones, queremos sumarnos a la agenda positiva que hay en este momento”, añadió en referencia al restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU y la participación de la isla en la Cumbre de las Américas de este año en Panamá.