El presidente de la junta directiva de Transparencia Internacional, el peruano José Ugaz denunció en Guatemala que la crisis de corrupción que se vive en toda América Latina “nos puede tragar a todos”, sino se adoptan de forma urgente medidas para hacerle frente.
“Estamos en una situación de crisis”, sostuvo y abogó por hacer “algo rápido”. Durante su intervención en el Congreso “Ciudadanos contra la corrupción”, que se celebró en la capital guatemalteca, lamentó que en América Latina se haya normalizado la corrupción en la sociedad y que se asuma como “una forma de vivir”.
A su juicio, este hecho es el que marca la diferencia entre los actos de corruptela que existen en América Latina y los que tienen lugar en otros países europeos como España, donde la corrupción no es sistemática.
Ugaz dijo que la corrupción en España está más relacionada con la clase política y con una cierta elite de la sociedad, pero que no está arraigada en la ciudadanía y en “la vida cotidiana” de las personas.
“Nuestro caso (América Latina) es más grave, no solo hay que operar quirúrgicamente, sino trabajar la educación”, un hecho que implica un período de tiempo a medio y largo plazo, explicó.
En los últimos meses, añadió, el sector privado ha mostrado su preocupación por esta situación, que la calle expresa con protestas y manifestaciones.
Señaló que el empresariado “no puede ser parte del problema y tiene que ser parte de la solución”.
Para poder creer en una estrategia anticorrupción, agregó, es necesario “un pacto nacional” que demuestre el compromiso con la lucha y la defensa del concepto de “bien común”.
“Yo no voy a dar una receta (…), pero sí hay una idea que a mí me seduce mucho y tiene que ver con la impunidad”, manifestó Ugaz.
Por ello, apostó por empezar con “la identificación de los peces gordos” y, luego, “empezar a freírlos” para que respondan por sus actos delictivos ante la Justicia, y pelear por alcanzar la impunidad.
En este sentido, indicó la necesidad de implementar un sistema de control con liderazgo, máxime cuando los mayores casos de corrupción se dan en los casos de licitación pública, donde los organismos de control actuales “llegan tarde, mal y nunca”.
“Sí es posible conseguir un resultado posible en esta materia”, concluyó.