La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el primer ministro de China, Li Keqiang, firmaron este martes en Brasilia 35 nuevos acuerdos de comercio y cooperación que contemplan inversiones por más de 50.000 millones de dólares en Brasil.
Los acuerdos incluyen la creación de un fondo por 50.000 millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura y la concesión de créditos por 7.000 millones de dólares a Petrobras.
Según dijo Rousseff, este último acuerdo refleja la confianza en Petrobras y contribuirá al fortalecimiento de las actividades de prospección de las reservas de crudo y gas ubicadas en aguas ultra-profundas de la llamada capa pre-sal.
La lista de documentos incluye además un acuerdo trilateral con Perú, para iniciar estudios de viabilidad para la construcción del Ferrocarril Transoceánico que conectará Brasil con el puerto peruano de Pisco, desde donde saldrían productos exportados a China.
Invitamos a las empresas chinas a participar en esa gran obra, afirmó Rousseff, quien aseguró que, con la construcción del Ferrocarril Transoceánico, un nuevo camino a Asia se abrirá para Brasil, reduciendo distancias y costos.
Además, la mandataria saludó la decisión del gobierno de Beijing de reanudar de las compras de carne vacuna de ocho plantas de faena brasileñas habilitadas por las autoridades sanitarias chinas, y confirmó la compra de 22 aviones de la fábrica brasileña Embraer por aerolíneas del país asiático.
En su discurso, Li aseguró que la estrecha cooperación entre Beijing y Brasil será beneficioso para las naciones en desarrollo y emergentes y también ayudará en la recuperación de la economía mundial.
Vamos a reforzar nuestra cooperación en capacidad productiva, expresó el jefe de gobierno chino, quien cumple en Brasil la primera etapa de una gira sudamericana que lo llevará además a Colombia, Perú y Chile.
Después de la reunión con Rousseff y de la firma de actos, Li fue homenajeado por el gobierno brasileño con un almuerzo en el palacio Itamaraty, la sede de la Cancillería. Luego tenía previsto viajar a Rio de Janeiro para otra serie de actividades con el sector privado brasileño.