En 2015, los Estados están acelerando sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y establecer una nueva agenda mundial para el desarrollo sostenible. La libertad de expresión y la libertad de prensa son esenciales para lograr resultados en todos los niveles.
Para que la paz sea duradera y el desarrollo sea sostenible deben respetarse los derechos humanos. Toda persona debe tener libertad para buscar, recibir y difundir conocimientos e información por cualquier medio de comunicación, tanto por vía electrónica como no electrónica. El periodismo de calidad permite a los ciudadanos adoptar decisiones sobre el desarrollo de sus sociedades con conocimiento de causa, y se esfuerza por sacar a la luz la injusticia, la corrupción y el abuso de poder.
Para ello, el periodismo debe tener la posibilidad de prosperar, en un entorno propicio en el que los periodistas puedan trabajar con independencia, sin interferencias indebidas y en condiciones de seguridad. Recientemente, el mundo ha presenciado horrendos ataques contra los periodistas; al menos un periodista es asesinado cada semana, en zonas de conflicto o fuera de ellas. Debemos redoblar esfuerzos para incrementar la seguridad de los periodistas y poner fin a la impunidad. Ese es el objetivo del Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, liderado por la UNESCO con el apoyo de otras entidades de las Naciones Unidas.
Necesitamos que se expresen y se oigan todas las voces, especialmente las de las mujeres. Veinte años después de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, las mujeres siguen teniendo una presencia insuficiente en los medios de comunicación, tanto en la toma de decisiones como en la cobertura de los asuntos. Esto es algo que no podemos tolerar. Los hombres y las mujeres deben participar en igualdad de condiciones en la creación y la difusión de la información.
La libertad de expresión y la libertad de prensa no son artículos de lujo que puedan esperar hasta que se alcance un desarrollo sostenible: posibilitan el disfrute de todos los derechos humanos y son, por tanto, fundamentales para la buena gobernanza y el Estado de derecho.
Este es hoy nuestro mensaje: ¡que prospere el periodismo!