Bolivia decidió adquirir en los últimos días unos 40.000 rifles y 20 aviones caza, de acuerdo a datos publicados por medios en la capital La Paz. Solo en esta compra, el Estado boliviano habría gastado unos 140 millones de dólares, una cifra significativa para uno de los países más pobres de América Latina.
En 2014, Bolivia adquirió una partida de radares de fabricación francesa que deberían ser instalados este año. Sin embargo, la adquisición de compras militares no se limitó a esta situación. Así lo señala el portal El Deber, de Bolivia el cual afirma que el gobierno del presidente Evo Morales decidió rearmar a las Fuerzas Armadas (FFAA).
Según ese medio, el gobierno de Morales decidió acompañar la compra de los radares con la adquisición de 40.000 rifles y 20 aviones caza de combate. La información fue confirmada por el ministro de Defensa boliviano, Reymi Ferreira, quien recordó que su gobierno cerró el año pasado un convenio de cooperación y un crédito con Francia para la compra de radares. Reconoció que ya cuentan con aeronaves caza bombarderos T-33 en La Paz, K-8 en Cochabamba y en Santa Cruz algunos aviones antiguos, en los que se hacen instrucción, pero no tienen la capacidad ni condiciones que se necesitan para hacer una intervención efectiva.
“Requerimos dos flotillas de 10 cada una, estamos hablando de 20 aviones caza. Tenemos cinco ofertas que han llegado, lo que no quiere decir que se elija entre ellas. Hay opciones en la industria brasileña, la francesa, la china, la rusa y la argentina”, aseveró.
Ferreira rehusó a dar a conocer montos, pero un analista consultado por el citado medio señaló que la compra de las armas y de las aeronaves representaría un gasto aproximado de 140 millones de dólares.
La semana pasada, el mismo Ferreira había anunciado que el gobierno boliviano modernizaría el material bélico de sus Fuerzas Armadas para tener capacidad disuasiva y porque el país no puede quedarse “rezagado” frente a naciones vecinas que hacen mayores inversiones en el sector militar. Según Ferreira, Bolivia no puede quedarse atrás, rezagada, “cuando hay otros vecinos que invierten un porcentaje extraordinario de su PIB (producto interior bruto) en materia militar”.
Asimismo Ferreira enfatizó que “la única forma de garantizar la soberanía de un país es tener capacidad disuasiva, con un armamento que le permita responder a cualquier agresión”.
En marzo del año pasado, la Armada Boliviana había anunciado que gestionaba la compra de armamento bélico de Rusia, para lo cual enviarían una comisión al país europeo. Entre el material que interesaba en ese momento a la Fuerza Naval boliviana figuraban embarcaciones, helicópteros, armamento liviano, carros de asalto y carros anfibios.
De hecho, desde 2013, Bolivia es considerada la punta de lanza de los intereses de Rusia en la región andina, desde el ámbito de la defensa, con intercambios de misiones militares y ventas de armamento, al de la energía, de manos de la ofensiva lanzada en este país por los gigantes rusos de los hidrocarburos.
Entre 1995 y 2005 el promedio de recursos asignados a las fuerzas armadas rondaba el 5,6%, de acuerdo a cuadros estadísticos del Ministerio de Hacienda boliviano. Pero desde la llegada de Evo Morales al poder, se registró un aumento incesante de ese presupuesto y a partir de enero de 2006 comienza un fuerte incremento en los gastos militares, con un promedio de 12,7% de aumento anual.
En 2011, se reveló que Bolivia había aumentado su gasto militar en más del 120% en una década. En 2010, el entonces ministro de Defensa boliviano, Rubén Saavedra, había reconocido que el gasto militar boliviano para ese año era de unos 280 millones de dólares. Ese mismo año, habían anunciado la compra de aviones y helicópteros de guerra de origen iraní Desde 2006, Bolivia y Venezuela mantienen un acuerdo militar que contempla una importante inversión venezolana en la construcción de bases militares en la frontera de Bolivia.